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La UE quiere obligarnos a hacer Grana sin leche

La Comisión Europea advirtió a Italia sobre la prohibición del uso de leche en polvo para la producción de productos lácteos - En la práctica, Bruselas quiere imponer la producción de grana, parmesano, mozzarella y ricotta "sin leche"

La UE quiere obligarnos a hacer Grana sin leche

Aquí llega una nueva paliza muy fuerte desde Europa contra los productos agroalimentarios de calidad de nuestro país. De hecho, el Comisión de la UE ha enviado una notificación formal a Italia, para imponer el cese de una prohibición histórica que no permite el uso de leche en polvo, leche concentrada y leche reconstituida en la producción de productos lácteos en nuestro país. En la práctica, Europa quiere obligarnos a producir "Grana sin leche", o más precisamente, mozzarella y quesos también con estas formas de leche liofilizada porque la actual prohibición italiana limitaría la libre circulación de mercancías, especialmente las de menor calidad procedentes de Europa. 

Por ello, en las partes de Bruselas se piensa que Italia debe adaptarse a la elaboración de productos lácteos con ingredientes liofilizados dado que este tipo de productos son muy utilizados en toda Europa. Un dictado real, el europeo, que llega de forma absolutamente burlona precisamente en el año de laExpo dedicada desde Italia exclusivamente al tema de la comida.

Parece evidente que Europa e Italia marchan en direcciones absolutamente opuestas. En Italia, la prohibición se colocó precisamente para permitir la salvaguarda de productos de absoluta excelencia, Europa quiere que Italia sea similar al resto del continente bajando drásticamente la calidad de los productos lácteos en nombre de la libre circulación de mercancías.

Por otro lado, no es la primera vez que Bruselas habla un idioma absolutamente diferente al nuestro. Por esos lares parece que adaptarse a la mediocridad es una vocación en términos de producción de alimentos. Es el caso, por ejemplo, de la autorización concedida a los países del norte de Europa para aumentar la graduación alcohólica del vino añadiendo azúcar o de la cuestión de la drástica reducción de la parte de la manteca de cacao en la producción de chocolate, abriendo la puerta a puertas a la incorporación de nuevas grasas vegetales.

Como escribe en Repubblica Carlo Petrini, número uno de Slow Food, la advertencia que nos impone la Comisión Europea parece un nuevo homenaje a los lobbies de la gran industria que corre el riesgo de perder el verdadero sabor de nuestros grandes productos lácteos y representa una ofensa a nuestro país.

La prohibición que la Comisión de la UE nos pide que levantemos realza el Made in Italy y fortalece nuestra identidad. Por favor, aferrémonos a eso.

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