Napoli abandona el primer lugar, el Inter cuarto. El empate en San Siro, un gris 0-0 como en la ida, no satisface del todo a ninguno de los dos pero desde luego deja más amargura en la boca a Sarri que a Spalletti. No es una cuestión de juego o de oportunidades creadas, al contrario: a la luz de lo que hemos visto, el resultado es igual. Pero este punto mantiene mucho más en juego al Inter en la carrera por la Champions que al Napoli en la del Scudetto, por lo que si los nerazzurri, en definitiva, pueden despedir el domingo con una media sonrisa, a los azzurros les ocurre todo lo contrario.
Desde ayer por la noche, el equipo de Sarri ya no es el primero de la clasificación y el miércoles, en caso de victoria de la Juve ante el Atalanta, se encontraría incluso cuatro abajo: un buen ritmo, sin duda, más teniendo en cuenta lo inhumano ritmo al que nos tienen acostumbrados los bianconeri.
“No somos ni los más fuertes ni los más ricos – replicó el técnico napolitano. – No tenemos la obligación de ganar el scudetto, solo dar lo mejor de nosotros y buscar el resultado contra cualquiera. Hicimos un buen partido en San Siro y respondimos bien a la derrota ante la Roma, lamentablemente no supimos aprovechar las ocasiones pero no faltó compromiso y sacrificio”.
Un discurso que, sin embargo, no es del todo convincente y abre un verdadero debate: ¿de qué sirve jugar el mejor fútbol en Italia si luego, en el momento del momento, no eres capaz de dar el salto de calidad? ¿Y por qué "renunciar" a todos los compromisos extra para centrarse solo en el campeonato si este no es un objetivo al alcance? Problemas que perseguirán a Sarri al menos hasta el domingo, cuando la Juve pudo haber despegado y el Scudetto asumió los contornos de una quimera.
Sin embargo, a Spalletti no le interesa todo eso: quería puntos para la carrera de Champions y el resultado en San Siro, a la vista de los locales, puede satisfacerle. Por supuesto, el empate de la Lazio contra el Cagliari les dio la gran oportunidad de regresar inmediatamente al top 4, todo sin considerar el derbi que aún debe jugarse contra el Milán, pero en definitiva, un punto contra el Napoli debe tomarse y llevarse a casa con optimismo.
“En mi opinión, fue un buen partido – comentó el técnico nerazzurro. – En algunos casos podríamos haber hecho un mejor uso de los reinicios, pero diría que está bien, después de todo, nunca hemos jugado un gran fútbol, incluso en los mejores momentos. El jueguito es saber dónde colocar al Inter, no tenemos toda esa calidad que dice la gente...".
Palabras, incluso estas, que darán que hablar (¡¿para qué criticar a la plantilla tras un empate con uno de los mejores equipos de Italia?!) y que dicen mucho de la negatividad de Spalletti de cara a llegar a la Champions, el auténtico gran objetivo de Suning.
El futuro queda así un poco nebuloso tanto para Napoli como para Inter, que despiden el choque de San Siro con un poste (Skriniar), un par de grandes oportunidades desperdiciadas (Insigne) y cero goles. Solo veremos el resto a partir del próximo fin de semana: de esta manera entenderemos cuánto Azzurri y Nerazzurri aún pueden lograr sus respectivos objetivos.
