Queda menos de un año para la reunión de las Conferencias Episcopales frente al Mediterráneo prevista en Bari en febrero de 2020, pero el proceso preparatorio ha comenzado. En el Pontificio Seminario Regional de Molfetta del 7 al 11 de abril próximo tendrá lugar la semana de la cultura "Viamare" con vistas al solemne nombramiento de 2020. Hay mucha solidaridad y sostenibilidad en este evento con un protagonista muy querido por los italianos: el Mediterráneo . El gran mar que -como dice el lanzamiento de la iniciativa- cada uno de nosotros tiene en la mirada. Esa enorme extensión de agua donde nació la cultura con “horizontes considerados infinitos, colores que dejan huella, perfumes que siempre te acompañan y se te pegan”.
Tanto laico como católico es el mensaje que lanza la villa marinera, inspirado en el documento sobre la fraternidad humana del Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayye. La Semana de la Cultura comienza el domingo 7 de abril con un concierto-espectáculo a cargo de Oona Rea. Al día siguiente Andrea Riccardi, fundador de la comunidad de Sant'Egidio, hablará sobre la compleja situación geopolítica del Mediterráneo. Lo hará en nombre de la justicia cristiana y con la experiencia de muchos años de ayuda y solidaridad desarrollada por su comunidad a sus espaldas. El debate también dará espacio a Irak, un país símbolo de la redención de las tribulaciones religiosas y culturales. El patriarca de Babilonia de los caldeos, cardenal Louis Raphaël Sako, hablará de ello en Molfetta. Otro encuentro de alto nivel con el crítico de cine Giuseppe Grossi, que acompañará el visionado de la película "Babel", del director A. Inarritu. Inmediatamente después de una discusión con el profesor Wael Farouq, profesor de lengua y cultura árabe en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán.. En nombre de un solo Dios, Farouq se detendrá en la belleza de hablar con dos alfabetos diferentes, el islámico y el cristiano. En definitiva cinco citas, metáforas de salvavidas para poder salir a flote en una complejidad sin precedentes.
El Mediterráneo es el lugar de la sostenibilidad humana y cultural, un espacio navegado y navegable por pueblos dignificados y por pueblos en busca de una dimensión social que las locuras políticas de estos tiempos tratan de negar por todos los medios. ¿Cuánto tiempo tendrán todavía para contrarrestar estas contaminaciones culturales y religiosas? ¿En nombre de qué Dios podrán detener las aspiraciones de miles de personas de vivir en un contexto diferente de aquel en el que nacieron? La fe - dice el Papa Francisco - lleva a ver en el otro un hermano al que hay que apoyar y amar. Una batalla cultural de intelectuales, filósofos, religiosos, artistas, operadores de medios, para redescubrir los valores de la paz, la justicia y la fraternidad humana. De la grandeza del Mediterráneo y de la mezcla de ideas, pues, se bordea fácilmente uno de los pasajes más sugerentes del documento sobre la fraternidad. En ese punto donde se explica que para salvaguardar el equilibrio del planeta y seguir cultivando la esperanza, Occidente podría encontrar remedios para algunas de sus enfermedades provocadas por el dominio del materialismo en la civilización de Oriente. A su vez, Oriente podría encontrar en la civilización de Occidente tantos elementos que la ayuden a salvarse de la debilidad, la división, el conflicto y el declive científico, técnico y cultural. La cultura, el compromiso y el conocimiento son los cimientos sobre los que Puglia está construyendo el diálogo.
