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La Juve, Champions amarga: CR7 defrauda y el Oporto lo elimina

La Juve gana 3-2 en la prórroga pero la suma ponderada de goles fuera premia a los portugueses: por segunda vez consecutiva, los bianconeri salen en octavos de final – Chiesa engaña a la Juve con 2 goles pero CR7 los traiciona: vaya falla

La Juve, Champions amarga: CR7 defrauda y el Oporto lo elimina

Entonces duele aún más. Porque vino de un rival nada trascendente, reducido a 10 por más de una hora de juego, o por los 4 goles encajados entre los dos partidos, uno peor que el otro, o por la traición de las estrellas más brillantes, Ronaldo primero de todos: tu eliges el motivo, pero este eliminación de la Juve contra el Oporto es sin duda el peor de los últimos años. En la última temporada de Allegri el vengador fue el maravilloso Ajax de Ten Haag, en la última en cambio, más que el Lyon, pudo el Covid, que inevitablemente había condicionado la temporada, pero ayer no hay excusas que aguanten, porque la Juventus pudo y él tuvo que pasar por esta ronda, de una forma u otra, en cambio se va a casa con la cabeza baja, despilfarrando el trofeo más importante ya en marzo.

Normalmente, en situaciones como esta, las críticas apuntan al entrenador, pero esta vez conviene empezar por los jugadores, empezando por Ronaldo. El portugués, habitualmente salvador de su tierra natal, cercó el partido de principio a fin, emparejando con el partido de ida, donde solo destacó por el (sensacional) penalti inmediato (pero no pitado) en pleno tiempo de descuento. Demasiado poco para alguien como él, comprado con su peso para ganar la Champions y en cambio eliminado por segunda vez consecutiva en octavos de final: pero si en los otros años se había salvado anotando e intentando arrastrar a sus compañeros, ayer tristemente se rindió al destino sin luchar.

La sensación, sin embargo, es que La Juve perdió la clasificación en Oporto, haciendo un partido realmente malo, salvado mínimamente por el gol de Chiesa. Aquí, el ex Fiorentina es la única nota feliz del doble enfrentamiento: por el gol a Dragao, pero sobre todo por el superpartido de ayer. Dos goles, un poste, regates continuos, kilómetros tras kilómetros sin salvar nunca, tanto que tuvo que pedir el cambio por calambres al final de la primera prórroga, Federico lo dio todo y más y mereció una mejor definición . Pero el fútbol, ​​como sabemos, no es un deporte individual y los partidos se ganan si todos van a la misma velocidad, en el campo y en el banquillo.

lo peor es que La Juve sigue cometiendo errores fotocopiados y aquí sí, por razones obvias, Andrea Pirlo debe ser puesto en entredicho. En la víspera, en la rueda de prensa, había prometido un equipo concentrado y seguro de sí mismo, así que cómo explicar el ingenuo penalti dado por Demiral después de solo 19'? Los bianconeri, al igual que en el partido de ida (y el sábado pasado contra la Lazio), se encontraron debajo, obligados a escalar una montaña cada vez más alta. Sin embargo, al comienzo de la segunda mitad, aquí están los episodios del aparente punto de inflexión, firmados por espléndido aparato ortopédico de Chiesa (49', 63') y por la locura de Taremi que, nada más ser amonestado, lanzó nervioso un balón al córner tras pitido del árbitro, lo que provocó que Kuipers sacara la inevitable segunda tarjeta amarilla (54'). Resultado de nuevo bien y con un hombre más durante casi toda la segunda mitad: los elementos para la remontada estaban claros, lástima que la Juve, a la larga, se quedó sin empuje propulsor, incluso en algunas ocasiones que se desvanecieron por centímetros (sobre todo el larguero de Cuadrado en plena recuperación).

No está mal, pensábamos esperar la prórroga, porque el Oporto estará muy cansado y el gol llegará pronto. En cambio, aquí están los portugueses que no esperas, capaces de defender bien y traer la inercia de su lado, o más bien una espera más o menos tranquila hacia los penaltis, a menos que aproveches la oportunidad adecuada. Esto llegó en el minuto 115, cuando el punto de penalti parecía ser la única solución para resolver el rompecabezas: Tiro libre de Sergio Oliveira, error en la barrera de CR7 (salta dándose la vuelta, pasando así el balón y evitando que Szczesny lo vea) y una ducha fría para la Juventus. Que luego tuvo una sensacional reacción de nervios, encontrando el 3-2 con un cabezazo de Rabiot (117') y regalándose un remate de armas blancas, sin sacar el comodín de cuartos de final.

Por lo tanto, no era un problema físico, sino más bien mentalidad: y eso, extendiendo la discusión a toda la temporada, es ante todo tarea del entrenador. “Cometimos cuatro errores en dos carreras y nos costaron la clasificación. En Champions estos errores no son admisibles – respondió Pirlo – Hicimos un mal partido en la ida y empezamos mal en este, cuando encajas cuatro goles así es difícil pasar. Estamos en marzo, hay que lanzarse al campeonato tratando de olvidar lo que pasó esta noche, aún hay tiempo para recuperarse. A partir de ahora solo se puede salir despidiendo a toda prisa la decepción, soy el técnico de la Juventus y creo en este proyecto que acaba de empezar”.

Eliminación ardiente, también porque, a diferencia del pasado reciente, ya no existe la zona de confort del campeonato. El Inter está arriba por 10 puntos y solo una larguísima bronca podría (condicionalmente obligatorio, dada la impecable actuación de los nerazzurri) reabrir la cuestión del Scudetto. Cagliari, Nápoles y Benevento, aquí están los exámenes para no reprobar por ningún motivo, de lo contrario, el espectro de no ganar nada importante (La Supercopa y la Copa de Italia no son suficientes cuando te llamas Juventus) se convertirá casi en una certeza.

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