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Italia-Inglaterra en el signo de Capello: Fabio, del gol en Wembley al entrenador renegado de los ingleses

EUROPEO - La sombra del gran Fabio domina el gran partido de mañana: desde que marcó en Wembley dándonos la victoria como entrenador renegado de los ingleses - Ahora Londres se burla de él pero el relanzamiento de Inglaterra es ante todo obra suya - Para los Azzurri, la incógnita de siempre factor Balotelli: acabará en el centro de atención de la prensa inglesa pero esperemos con goles

Italia-Inglaterra en el signo de Capello: Fabio, del gol en Wembley al entrenador renegado de los ingleses

Inglaterra-Italia no es solo un partido de fútbol y probablemente nunca lo será. No tanto por las relaciones de hoy, que podemos definir fácilmente como cordiales y respetuosas, como por el pasado, que vio a las dos selecciones en constante oposición. Han pasado muchos años desde el 14/11/1973, cuando Fabio Capello (entonces jugador) violó el templo sagrado de Wembley, entregando una victoria histórica a Italia. A partir de ese día, los ingleses, que hasta entonces nos llamaban "meseros" (obviamente en un sentido despectivo), cambiaron de actitud, pero el snob nunca se fue. Para los "inventores del fútbol" nadie podía estar realmente a su altura, y mucho menos esos italianos, buenos sólo para comer pizza y espaguetis.

Pero el fútbol puede ser una burla y por eso la factura llegó muchos años después, obviamente con intereses. No tanto el 12/02/1997, cuando Gianfranco Zola nos volvió a regalar Wembley, y ni siquiera el 27/03/2002, fecha de otro saqueo al otro lado del Canal (firmado por Montella), tanto como el 14/12/2007, el día en el que la FA designó a Fabio Capello como nuevo entrenador de Inglaterra. Los maestros del fútbol que recurren a un italiano, ¡cosas que no creerás! Y no importa si hoy, recién salido de una buena victoria de grupo ante Francia, Suecia y Ucrania, el señor Fabio es burlado (por los tabloides) y repudiado (por los jugadores, Rooney sobre todo): la Inglaterra de hoy tiene su molde incuestionable.

Basta mirarlo con un poco de atención para darse cuenta: un 4-4-2 de ordenanza, con una fase defensiva predominante (incluso 8 hombres detrás de la línea de balón), dos mediocentros sólidos y de gran personalidad (Parker, pero por encima todo Gerrard), dos extremos incansables (Milner) y con olfato goleador (Young) y un gran delantero (Rooney) apoyado por un compañero entregado al sacrificio (Welbeck o Carroll). La mano de Capello es evidente, y no importa que los británicos hagan como que no se dan cuenta. Como un viejo zorro en el banquillo, Roy Hodgson entendió de inmediato que lo más que se había hecho era suficiente para sazonar todo con una pizca de nacionalismo del otro lado del Canal, que evidentemente nunca está de más.

Sin embargo, esta vez, al menos en el papel, Italia quiere jugar el juego. No es casualidad que Cesare Prandelli parezca orientado a volver a proponer el 4-3-1-2, ya vencedor ante Irlanda, una formación que (quizás) nos hace jugar peor que el 3-5-2 pero que garantiza más peligro en la fase ofensiva. Observación especial, ça va sans dire, será Balotelli, esta vez más de lo habitual. Porque Super Mario, como todo el mundo sabe, juega en el Manchester City y es el tema diario (pero quizás deberíamos decir tema) de las portadas de los "peores" tabloides ingleses. Pase lo que pase el domingo por la noche en Kiev, Balotelli acabará en los periódicos, de eso no hay duda. Esperemos que la noticia también nos agrade a nosotros.

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