El primer parque fotovoltaico en entrar en funcionamiento en Irán es del balneario italiano Carlo Maresca de Pescara. Quedan pocos días para el inicio de la producción. De hecho, para principios de marzo está prevista la inauguración de treinta mil paneles solares en la isla de Qeshm. Un parque verde de diez megavatios, capaz de producir 17 millones de kWh al año. La capacidad y las tecnologías de la empresa con sede en Abruzzo han prevalecido sobre otras empresas competidoras.
Una aventura comenzada y realizada en pocos meses. En 2016 – dijo el CEO de la empresa, Fabio Maresca – aceptamos el desafío iraní con entusiasmo y valentía. El país, también en virtud de fuertes acuerdos comerciales con Italia, está revisando todo el sistema energético. Las empresas italianas no niegan las dificultades del contexto sociopolítico, pero están invirtiendo en sectores cruciales. El año pasado, el ministro Calenda encabezó una nutrida delegación de industriales para forjar acuerdos bilaterales. El camino trazado está dando frutos,
La estructura, que será inaugurada en marzo, produce la energía equivalente a las necesidades de unos 5 hogares. Cuando esté en pleno funcionamiento habrá un ahorro de emisiones de CO2 de 45.000 toneladas. El parque tiene una extensión de 20 hectáreas, donde se han colocado 30 paneles fotovoltaicos. Una tecnología probada con anclajes al suelo, cuya fiabilidad confirma Maresca. El parque será inaugurado por el Ministro de Energía de Irán y por la alta dirección de la empresa italiana que comprobará la presencia de 25 metros de cables eléctricos de media tensión y más de 200 km de cable solar.
Todo hecho con trabajadores locales en tan solo seis meses. Desde Pescara, los directivos de Maresca también anunciaron el pedido al gobierno iraní para crear otros 200 megavatios fotovoltaicos. Éxito y garantía de made in Italy.
