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Golf, Jordan Spieth nuevo fenómeno estadounidense

El tejano de veintiún años conquistó el Masters de Augusta superando a campeones absolutos como Phil Mickelson, un recién descubierto Tiger Woods y Rory McIlroy. Para Speith, que ahora ocupa el segundo lugar en el ranking mundial, fue un triunfo récord.

Golf, Jordan Spieth nuevo fenómeno estadounidense

Jordania Spieth, un tejano de 21 años, es el campeón del Masters de 2015 y el nuevo fenómeno del golf estadounidense. O al menos así te gustaría. El jugador estrella de este major hizo muchos registros: terminó 72 hoyos con -18 como lo hizo Tiger en una de sus cuatro victorias; llegó a -19, meta nunca alcanzada por nadie; es el segundo más joven después de Woods en usar la chaqueta verde; está en el exclusivo club de los cuatro jugadores en lo más alto de la tabla desde el primer día hasta el último. Y luego encarna el sueño americano: es alto, rubio (aunque un poco calvo), de ojos azules, es un buen tipo, todo golf y familia. Tiene la cantidad justa de nerviosismo cuando comete un error, un defecto aparente que se convierte en una cualidad en la televisión, porque distingue a un jugador de los demás. Pero en el Augusta National, el rasgo distintivo de Jordan fue su juego excepcional, especialmente en los greens, una verdadera prueba para cualquiera que quiera proclamarse campeón. 

En solo tres años en el PGA Tour Spieth ya ha ganado dos torneos y un major y si los buenos días empiezan desde los primeros hoyos, su carrera promete ser estelar. Con la victoria en Georgia sumó 600 puntos para la FedexCup, superando al líder Jimmy Walker; pero también 100 puntos para el Ranking Mundial, donde ahora es segundo, por detrás de Rory McIlroy. En el bolsillo puso un cheque por 1,8 millones de dólares de los 9 millones de premios, pero en términos de ganancias, ganar el Masters significa mucho más, significa multiplicar los patrocinios y subir el precio. En definitiva, Spieth, que como filosofía se propone alcanzar siempre nuevas metas (como le decía su padre), a sus 21 años ya ha conseguido lo suficiente para satisfacer toda una vida.

En el Masters dominó la carrera de principio a fin. Despegó en las dos primeras vueltas y luego administró con calma el liderazgo, como lo hizo Tiger en su apogeo. Ya el año pasado parecía destinado a vestir la casaca verde, luego, en la final, algo dentro de él cedió y ese gran mediapunta Bubba Watson lo aprovechó con razón.

¿Es eso suficiente para llamarlo un “fenómeno”? Tal vez sí, aunque el camino para llegar a Rory, Phil Mickleson y sobre todo Tiger Woods y todavía muy largo. Seguramente los "viejos" fenómenos no quieren ser desechados. Basta con mirar la clasificación para entenderlo.  

En el Augusta National Phil, de 44 años, terminó segundo, empatado con el británico Justin Rose; Tiger, de 39 años, 17, aunque muchos comentaristas lo consideraron condenado y aquejado de Yips, el tic que mata a los golfistas; Rory, de 25 años, ocupó el cuarto lugar, después de un comienzo lento y después de hacer una gran cantidad de malos putts en el campo. Es cierto que Phil tiene cada vez menos carreras por delante; es cierto que Tiger ya no ruge como antes; Es cierto que Rory ha desaprovechado esta oportunidad de sumar a su colección la especialidad que aún le falta, pero solo tiene 25 años y mucho tiempo por delante. En cualquier caso, Spieth tendrá que seguir lidiando con estos "fenómenos". O quizás sería mejor decir que estos campeones tendrán que estar atentos al crecimiento de un nuevo rival a partir de ahora.

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