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Giosetta Fioroni, Roma en los años 60

La exposición presenta setenta obras, entre lienzos y papeles de plata, que recorren los primeros años de la carrera de uno de los grandes protagonistas del arte pop italiano y exponente de la escuela de la Piazza del Popolo en Roma. (Catanzaro, 5 junio – 31 agosto 2016)

Giosetta Fioroni, Roma en los años 60

La exposición, Giosetta Fioroni. Roma en los años 60, comisariada por Marco Meneguzzo, Piero Mascitti y Elettra Bottazzi (Archivo Giosetta Fioroni), en colaboración con la Fundación Rocco Guglielmo, la Administración Provincial de Catanzaro, la Fundación Zoli, la asociación cultural Spirale d'Idee y The Accademia Asociación Cultural recorre los primeros años de la carrera de la artista romana a través de setenta lienzos y papeles de plata creados entre los años XNUMX y principios de los XNUMX, momentos cruciales de su inspiración.

El itinerario expositivo también está repleto de documentos del Archivo Fioroni, como los bocetos de "La Spia Ottica", espectáculo que inauguró el Festival Il Teatro delle Mostre en 1968, los dibujos del vestuario escénico de la ópera Carmen, dirigida por Alberto Arbasino en 1967 para el Teatro Comunale de Bologna, las películas Super8 y 16mm de 1967, las ilustraciones para las portadas de los libros.

"La exposición Giosetta Fioroni -dice Rocco Guglielmo, director artístico de MARCA- celebra a una de las artistas femeninas más importantes del siglo XX y se enmarca en el proyecto más amplio de valorización del Museo, que le llevará a consolidar su posición entre los más realidades activas del sur de Italia y de toda la nación”.

"Con esta iniciativa, de gran valor histórico-científico, el Museo MARCA -continúa Rocco Guglielmo- pretende forjar nuevas colaboraciones con instituciones culturales italianas e internacionales".

El repaso se abre con las obras realizadas entre finales de 1950 y principios de la década siguiente, caracterizadas por esa extrema ligereza y frescura de tonos que también volverán en momentos posteriores de la carrera artística de Giosetta Fioroni. Obras como Galeón (1959), El secreto en acción (1959-1960), Laguna (1960), Interior con flecha roja (1960), La bombilla (1960), L'amour (1962), Interior familiar (1963) , L The Clock (1963) es una acumulación aparentemente indistinta de objetos, imágenes, símbolos simples y muy coloridos, ya sean corazones, labios, fragmentos de palabras, números, sobre un fondo casi plano que los obliga a una estrecha relación.

El punto de inflexión en su figuración se produce entre 1963 y 1964, fecha de su participación en la Bienal de Venecia, que pasó a la historia como la "Biennale della Pop", donde su obra se confronta directamente con la de artistas romanos como Franco Angeli, Tano Festa, Titina Maselli, Mario Schifano, líderes de un clima cultural que llevará el nombre de "Roman Pop" y que la vio, desde el principio, como protagonista absoluta.

La composición, desde hace al menos cinco años, se estructura según tendencias claras, casi didácticas: ya no se acumulan signos e imágenes como en una pared, cuando se percibe la aparición de fotogramas, colocados uno al lado del otro y superpuestos -como en Cosméticos, de 1963-1964, que marca el inicio de este período- o los lienzos yuxtapuestos que refuerzan el sentido de secuencia, de narración, de desarrollo en el tiempo, como en Pesadilla (1964), Chica de TV (1964), Doble Liberty (1964-1965), Villa R (1965), Girl in Villa R (1965) o en el retrato de Goffredo Parise, el escritor vicentino que se convirtió en su compañero de vida durante más de veinte años.

En esta etapa, Giosetta Fioroni asume el color plateado como un rasgo distintivo que caracterizará sus obras entre 1964 y 1967. Son años en los que experimenta con nuevos temas y en los que el viento de protesta la lleva a abordar cuestiones políticas que se arrastran. a través del tamaño de la memoria personal.

Las imágenes que ahora le interesan, en el bienio 1967-1968, provienen de fotografías que le conciernen, o que pertenecen al período de su infancia o al histórico en el que se desenvolvió, marcada por el régimen fascista: a menudo son niños o jóvenes reglamentados, como en Niño solo (1968) o en Obediencia (1969), o de sí misma niña, como en Autorretrato a los nueve años (1966), en los que la más estrictamente histórico-política se superpone al psicológico de una época frágil y fundamental, que siempre la ha interesado.

Este lado 'comprometido' de Giosetta Fioroni aborda la antropología, la psicología y la sociología de la infancia, comenzando por el cuento de hadas al que dedicará un gran ciclo - El guardián de los gansos (1969), La bella durmiente: Rosaspina (1969-1970) – que se extenderá hasta los años setenta.

Idealmente, la década y el recorrido de la exposición se cierran con una flecha grande que indica la casa en el campo. Es una obra que marca su abandono a la mundanalidad que había caracterizado su vida hasta entonces. De hecho, con Goffredo Parise decidió dejar Roma para retirarse a Salgareda, una minúscula fracción de un pequeño pueblo del Piave. En la obra, una casa muy pequeña en el horizonte es resaltada por una gigantesca flecha de señales, casi una estrella cometa sobre su nueva choza, como si ambos dijeran: "Estamos aquí, y por ahora pretendemos quedarnos allí".

 La exposición va acompañada de una importante monografía (Silvana Editoriale) que presenta un ensayo crítico de Marco Meneguzzo, una entrevista de Elettra Bottazzi a Giosetta Fioroni que repasa la aventura creativa de la artista en los años sesenta, y documentos históricos, algunos inéditos, resultado de investigaciones realizadas por el Archivo Giosetta Fioroni.

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