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Fornero: redes de protección social y curva salarial

Según el Ministro de Trabajo, “Hay rigideces en las que los salarios siempre crecen pero la productividad no. Un crecimiento por el cual los trabajadores mayores terminan costando demasiado ante la disminución de la productividad y, por lo tanto, con la expulsión. Tenemos que corregir este mecanismo”.

Fornero: redes de protección social y curva salarial

La reforma de las pensiones "apuesta todo, y puede fracasar si no, a un mercado de trabajo que funcione bien". La ministra de Trabajo, Elsa Fornero, lo dijo claramente en una audiencia en la Cámara. De hecho, este es el "verdadero desafío" para el ministro. En definitiva, la reforma funciona si el mercado “ofrece trabajo a jóvenes, mujeres y mayores. Cambiar las pensiones, con toda la sensibilidad social que a mí no me falta, es relativamente fácil, hacerlo en la mesa, asegurándose de que todo encaje en una economía y una sociedad cambiantes, es lo más difícil”.

El ministro de Trabajo explica que pueden surgir problemas de adecuación del sistema de seguridad social "con una vida laboral corta, interrumpida y mal remunerada". Si el mercado laboral se mantiene como está hoy, "los jubilados serán pobres, pero también lo serán los trabajadores".

Y desde este punto de vista, anticipa algunas de las intervenciones que evidentemente se están pensando: las redes de protección social y la "curva de retribución". Fornero explica: “Hay rigideces en las que los salarios siempre crecen pero la productividad no. Un crecimiento por el cual los trabajadores mayores terminan costando demasiado ante la disminución de la productividad y, por lo tanto, con la expulsión. Debemos corregir este mecanismo y prever la posibilidad de emplear a trabajadores de mayor edad sin expulsarlos del ciclo productivo”.

Y la otra palanca es la de las redes de protección social: “En un mercado más flexible necesitamos redes de protección social porque una sociedad digna no deja a nadie sin ingresos”. Para ello, según el ministro, sin embargo, se necesitan recursos que provengan del crecimiento.

En cuanto a las pensiones, Fornero reconoció que la desindexación de las pensiones, prevista en la maniobra, "no es la reforma sino un reflejo de la dificultad económica" y "claramente representa el trago amargo", precisando que esta medida "es para dos años". ". La reforma de las pensiones es "drástica", se ha trabajado "a hacha", pero "tras la operación de recortes tendrá un" respiro a largo plazo para que los italianos no tengan otro dentro de dos años.

Fornero señala que el objetivo de la maniobra del Gobierno es "dar continuidad y coherencia a la reforma", tras pasadas intervenciones que "no siempre" han sido "coherentes" entre sí. La indicada por el gobierno prevé "una mayor transparencia" al suprimir las "ventanas" que son "un bizantinismo opresor". Finalmente, la contribución es "siempre sostenible" desde el punto de vista económico y se necesitarán "pequeños ajustes".

Entonces, alinear las pensiones entre mujeres y hombres es también una cuestión de igualdad de oportunidades porque una especie de "compensación" es inaceptable. Fornero explica: “También soy ministro de igualdad de oportunidades: para mí, la igualdad de oportunidades debe lograrse de inmediato en la educación, en el mercado laboral, en la progresión profesional. Soy menos sensible –añade Fornero– hacia una estructura social que segmenta y desalienta y luego te da un bocado”.

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