En Dieselgate es un choque al rojo vivo entre Italia y Alemania. Ante la presión sobre la UE por parte de los alemanes, que intentan que Volkswagen olvide el escándalo y el fraude de las emisiones de gases contaminantes y que ahora hacen una petición instrumental a FCA para que retire los modelos Fiat 500, Fiat Doblò y Jepp Renegade, la El gobierno italiano responde con mala cara a Berlín enviando una señal inequívoca también a Berlín.
"Las de Alemania - declaró el Ministro de Transporte e Infraestructura, Graziano Delrio - son solicitudes totalmente inadmisibles" porque la retirada del coche de FCA en Europa no tiene base técnica. "Acordamos crear una comisión de mediación en la Comisión Europea -añadió Delrio- precisamente porque no tenemos nada que ocultar".
Más seca aún fue la respuesta del ministro de Desarrollo Económico, Carlo Calenda, según la cual si “Berlín trata con Volkswagen, no hará ni un céntimo de daño. Al buen conocedor…..
Pasado mañana, sin embargo, el primer ministro Paolo Gentiloni, en visita a la canciller Angela Merkel, intentará calmar las tensiones.