En un estadio blindado, fuera de casa en la medida de lo posible, Italia lo da todo. Pero eso no es suficiente: Brasil se impuso 4-2 y pasó del número uno del grupo, con 9 puntos. En segundo lugar están los Azzurri, estancados en 6, que ahora muy probablemente tendrán que lidiar con España en la semifinal.
El resultado ante el conjunto verde-oro es quizás más pesado de lo que se hubieran merecido los chicos de Prandelli, pero dice mucho de los problemas de la defensa, capaz de encajar ocho goles en apenas tres partidos.
Brasil dominó de inicio, luego, con el paso de los minutos, Italia recuperó el equilibrio en el centro del campo (sobre todo gracias al reemplazo de Montolivo por Giaccarini) y logró contrarrestar los ataques rivales hasta los últimos segundos de la primera fracción, cuando el gol llegó. Tiro libre de los sudamericanos, cabezazo en el área, defensa de Buffon y remate de Dante. Fuera de juego del defensa brasileño, pero el juez de línea no lo nota y el árbitro valida.
Al comienzo de la segunda mitad, Italia encontró un merecido empate con Giaccarini (de lejos, el hombre del partido de Italia), quien anotó fríamente en diagonal después de una maravillosa asistencia de tacón de Balotelli. Lamentablemente el 1-1 duró poco. Pasan un puñado de minutos y Neymar se lanza al borde del área, para luego marcar el siguiente lanzamiento de falta con un pie derecho quirúrgico. Las responsabilidades de Buffon son innegables, pues se deja pinchar en su puesto.
En la segunda mitad, Italia juega decididamente mejor, sigue creyendo y empujando, pero baila peligrosamente en defensa. Fred marcó el 3-1, recibiendo un balón largo, superando por la fuerza a Chiellini y descargando una andanada por debajo del larguero.
Ni en ese momento los Azzurri se dieron por vencidos: primero el propio Chiellini suplió las carencias defensivas y anotaron el 2-3 en el scrum (pequeña tarjeta amarilla: el árbitro nos pitó penalti, pero al ver el balón rodando hacia la portería validó el gol), luego Maggio casi empató con un hermoso cabezazo que pegó en el larguero.
En los minutos finales, justo cuando los brasileños parecen estar en mayor dificultad, los Azzurri encajan su cuarto gol. Contraataque y tiro desde fuera, error en la defensa de Buffon y otro toque ganador. El ancla de Fred.
“En la segunda parte hicimos un gran partido – comentó el seleccionador de Italia, Cesare Prandelli -, estoy muy contento con lo que vi, la reacción, las ganas de atacar en profundidad. Eso sí, con equipos así siempre te arriesgas y si te equivocas encajas goles. Cuando Chiellini marcó el 3-2 los pusimos en aprietos y estuvimos cerca del empate. Partidos como este te hacen crecer y si el jueves tenemos que enfrentarnos a España, la mejor selección del mundo con Brasil, intentaremos recuperar fuerzas para hacer nuestro juego”.
