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Fútbol: Roma, el tercer puesto es posible

La victoria ante el Parma y los paros simultáneos de Lazio y Udinese relanzan las ambiciones de podio de los de Luis Enrique: por fin se acabó la conspiración y los lloriqueos en los Giallorossi. Ahí está "el proyecto".

Fútbol: Roma, el tercer puesto es posible

El sueño de llegar al tercer lugar comenzó con la derrota de Siena. Ocurrió que la semana pasada el Siena jugó mejor que la Roma, mereció ganar más que la Roma, luego ganó con un penal inexistente o al menos generoso. Tras el partido, el técnico asturiano confirmó que su equipo no estaba, que se equivocó en todo, que nunca inquietó al rival. Punto. De ese penal nada de nada, como si el penal nunca hubiera sido batido, elegante y, a su manera, conmovedor. Ese silencio valió más que una victoria.

Por lo tanto, Roma está en el camino correcto hacia el tercer lugar., y esto precisamente porque finalmente en la casa de los Giallorossi no hay espacios más reconfortantes, sino otros equipos que nunca lo hicieron en el pasado y que se burlaron de los lamentos de los lobeznos incitados por las omnipresentes injusticias arbitrales, que se burlaron de la vocación romana de apoyar a los La existencia de un complot palaciego, que aludía a poderosos poderes misteriosos decididos a maniobrar en las sombras, ha suplantado ahora al equipo capitolino en este arte quejumbroso del alto lai como remedio para las derrotas. El proyecto ha llegado, y ha limpiado el campo de la conjura amanerada, de todos los abanderados intocables, de los retos perdidos al principio a golpes de euros, de la astucia de vender el improbable relanzamiento de nombres ya gastados a las calles.

La nueva parada del Siena llegó en el momento justo, un penalti por uno a cero, una derrota tan inesperada como beneficiosa, y el técnico alzó la voz, planteó la pregunta de forma directa, clara y sencilla "¿Quién es ese que quieres quedarme aquí de nuevo?" Y llegó una respuesta positiva con Parma, solo para empezar de nuevo, luego claro que habrá pruebas cada vez más exigentes, pero hoy siempre luchamos, nunca nos rendimos, ahora queremos ganar en todos lados. Las perspectivas son buenas, la afición sabe que ya llega la primavera, que ya no se jugará en campos pesados ​​y helados, donde la precisión del fraseo acaba siendo penalizada y la telaraña se vuelve impensable. ahora empieza el baile, ahora el que mejor juega gana y la meta es el tercer lugar. A la afición le basta con creerlo, a los jugadores no sólo eso.

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