Por ahora todavía no hay una expulsión definitiva, pero roberto maroni, exministro del Interior, que votó por la detención del diputado del PDL Nicola Cosentino, acusado de connivencia con la Camorra, no podrá participar en reuniones públicas de la Liga. Decisión de Umberto Bossi que la comunicó ayer a la junta de Carroccio, reunida en via Bellerio en Milán. Maroni confió su reacción a la web: “Tengo ganas de vomitar. Quieren echarme, pero no me rendiré".
Cuáles eran las intenciones del círculo mágico de la Liga hacia el exministro del Interior ya se había entendido por lo que había manifestado en la Cámara el líder del grupo Reguzzoni, quien con despreocupación y primitivismo institucional se había preguntado por qué, si Maroni consideraba a Cosentino un cammorrista, no lo había arrestado cuando era ministro.
Ahora entre los leales a Bossi hay temores de disputas contra el jefe Manifestación del 20 de enero en Milán. Y en este momento, el círculo mágico está dispuesto a que se sepa que si alguien cuestiona al jefe, primero será golpeado y luego sancionado. Mientras tanto, entre los militantes del círculo antimagia hay quienes piensan que Bossi quiere despejar el campo de posibles sucesores del secretariado, pensando en una sucesión dinástica a favor de su hijo Renzo.
