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Artesanía, hay que repensar las normas europeas

Todas las organizaciones artesanas han abogado ante la Comisión de Actividades Productivas de la Cámara por un punto de inflexión en la política sectorial europea para potenciar a las pequeñas y microempresas

Artesanía, hay que repensar las normas europeas

La política artesanal europea debe repensarse. No lo dudan Confartigianato y Cna, las asociaciones gremiales que han señalado el camino y las prioridades ante la comisión de Actividades Productivas de Montecitorio, en relación al paquete de la UE 'La nueva estrategia industrial europea'. Para Confartigianato la premisa es que la estrategia europea debe ser la ocasión para llevar a cabo las reformas que permitan al sistema empresarial italiano desplegar su potencial, centrándose en la calidad de fabricación, la digitalización, la sostenibilidad ambiental, una economía más circular que valora los bienes duraderos y reparables. Y sobre todo, Confartigianato pide los dos mejorado el papel estratégico de las micro y pequeñas empresas y las empresas artesanales, también a través de políticas específicas para la transición verde y eliminando las barreras que impiden que los empresarios exploten todo el potencial del mercado único.

A nivel europeo e italiano, el Confartigianato exige, por tanto, la aplicación concreta de dos principios fundamentales: el de "one in one out", según el cual por cada nueva regulación que se introduzca debe sustituir a una existente, y de la "prohibición de la sobrerregulación", es decir, la introducción de cargas y obligaciones superiores a las exigidas por la normativa europea que se está implantando en los distintos ordenamientos jurídicos. Además, según Confartigianato, el representante de la UE para las pymes debe asumir una mayor importancia en la definición, promoción y seguimiento de las políticas europeas para las pymes. Luego, considera esencial introducir el principio de indicación obligatoria del origen de procedencia de los países no pertenecientes a la UE para mejorar las producciones europeas y las cadenas de suministro conectadas a ellas y proteger e informar a los consumidores.

Para la CNA, en cambio, se debería definir una hoja de ruta en la que incluir objetivos de actuación temporales a corto, medio y largo plazo, identificando también qué herramientas incluir en apoyo de las pequeñas y medianas empresas en el programa de recuperación de la UE, esencialmente una "Estrategia para una política global de la UE sobre las PYME" más ambiciosa, desarrollada a lo largo de un período más largo. En este contexto, cobra especial importancia la cuestión de la gobernanza de este camino, y se necesita una mayor participación de las organizaciones representativas de las PYME.

En particular, la Cna identifica tres prioridades:

1) mejorar la integración y el funcionamiento del mercado único, acelerando los procesos de armonización regulatoria dentro de la UE,

2) apoyar a la industria en el proceso transformación verde y digital,

3) nuevas políticas capaces de intervenir positivamente sobre las diferencias objetivas entre las micro, pequeñas y medianas empresas, a partir de un análisis en profundidad de la composición del tejido productivo en Europa.

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