El ingrediente infaltable de la cocina italiana, listo para sumergirse en aceite de oliva virgen extra y crear la base perfecta para un plato sano y sabroso, se convierte en protagonista de la revolución verde. Hablamos del ajo, un excelente aliado en la cocina y para nuestra salud, gracias a sus múltiples virtudes. Rosa Ferro y su marido Alfonso Esposito, propietarios de la finca “Il dono dell'erba” han creado iLa primera hoja de papel hecha con residuos de ajo. Una idea refinada y completamente ecosostenible que le permitió ganar el Coldiretti Green Oscar por Campania en la categoría 5.Terra.
La granja "El regalo de la hierba” es una joven realidad agrícola con sede en Ottati, en el Parque Nacional de Cilento, Vallo di Diano y Alburni. Nace de la intuición de Rosa Ferro y su marido, ambos abiertos a experimentar con técnicas ecosostenibles pero siempre con la mirada puesta en la tradición. Licenciada en Ciencias Ambientales, Rosa Ferro dejó la ciudad y el oficio para dedicarse por completo a su primera gran pasión: la agricultura.
En esta joven y fresca realidad agrícola hay huerta, zarzamoras, arrayanes y escaramujos, patatas y habas. Pero fue el blanco de la túnica de ajos lo que llamó la atención del joven emprendedor: “Cuando se siembra hay que partir del bulbo, el primer paso es abrir los ajos, en consecuencia quedan la raíz y la túnica, que enseguida se vuelven desperdicio Día tras día desgranar los ajos enteros me dio una intuición, basada en una idea sostenible, que hace referencia a los principios de la economía circular, a un modelo de producción y consumo capaz de reducir los residuos, que reutiliza y recicla materiales y productos, generando más valor”, ha declarado Rosa Ferro.
En estas tierras con escasos recursos hídricos se sembró una variedad milenaria de ajo y, con cada elaboración, se produce una gran cantidad de residuos orgánicos, que están formados no sólo por la túnica del ajo sino también por su raíz. Entonces comenzó a experimentar, usando agua, una túnica de ajo y almidón de maíz. La túnica y las raíces se dejan macerar en agua, luego se trituran y se vierten en un colador junto con la fécula, hasta obtener una pulpa compacta que se puede trabajar. Experimentó con esta técnica durante meses, para obtener una hoja que conservaba su rugosidad, artesanía, todo con un bajo impacto ambiental.
Por eso, el papel de 0 km se hace en otoño, cuando la empresa siembra el ajo y es posible recoger los residuos, es decir, la túnica que cubre el diente y la raíz del bulbo. Todos los años, en función de la cantidad, se producen papeles y objetos, siempre en series limitadas.
Sin componentes químicos y sin residuos. ¿El resultado? Un papel elegante para escribir o dibujar, pero también un objeto de diseño: tiene imperfecciones que lo distinguen y al mismo tiempo lo realzan. Durante el procesamiento, es posible agregar tintes naturales que absorbe la túnica. Rosa Ferro es el ejemplo del ingenio italiano: el de reiniciar por un futuro más verde y cero desperdicio.
