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Alitalia en vuelo al comisario: Gubitosi en la pole

La junta de accionistas y la junta directiva de Alitalia comienzan hoy a pedir la administración controlada de la empresa. Posteriormente, el gobierno debe decretar el comisionado y nombrar a los comisionados, entre los cuales el ex gerente general de Rai Gubitosi ocupa la primera posición, como así como conceder un crédito puente de 500 millones.

Alitalia en vuelo al comisario: Gubitosi en la pole

Alitalia despega hoy hacia la comisaría. Seis meses para decidir si decretar la quiebra y liquidación definitiva de la empresa o venderla en bloque o, más probablemente, por partes. Este es el escenario hacia el que Alitalia empieza a moverse hoy.

 Durante el día se reúnen la asamblea de accionistas y la Junta Directiva y deben solicitar al Gobierno la apertura de la sindicatura. Y este es el primer paso.

Posteriormente, el Gobierno tiene dos jugadas listas. En primer lugar, decretará la puesta en marcha de la empresa mediante el nombramiento de los comisarios, entre los que ocupa la pole position Gubitosi, exdirector general de Rai, mientras que la hipótesis de nombrar a Mauro Moretti, exdirector general de Leonardo-Finmeccanica que llamó inmediatamente.

En segundo lugar, el Gobierno concederá a Alitalia un préstamo puente de 500 millones que servirá para pilotar los aviones y realizar su actividad ordinaria hasta el final de la sindicatura, prevista para finales de año, cuando se sabrá si hay compradores detrás. la esquina o si la empresa está condenada a llevar inexorablemente los libros a los tribunales y desaparecer.

Por otro lado, la nacionalización de Alitalia a expensas de los contribuyentes, que la Unión Europea nunca aprobaría, es completamente imposible. La intervención de Cassa Depositi e Prestiti, que los sindicatos quisieran poner remedio al clamoroso rechazo del Gobierno. El preacuerdo sindical-Alitalia por parte de los trabajadores, es también muy improbable. Es el propio estatuto de Cdp el que impide que la Cassa entre en la capital con el dinero de los ahorros postales para salvar una vez más a una empresa decadente como Alitalia, reducida a la miseria por la injerencia de la política política, por la incapacidad de los directivos de las últimas diez años y por la miopía de los sindicatos que, en la época del segundo gobierno de Prodi, rechazaron la fusión con Air France, abriendo de par en par las puertas a la demagógica campaña electoral de Silvio Berlusconi en defensa del espíritu italiano y llamando al famoso "bravos capitanes" con los desastrosos resultados que se han visto y con unos costes a cargo del Estado que ya superan los 7 millones de euros.

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