Dieselgate sigue atormentando a Volkswagen. Más de 1.400 inversores alemanes han presentado una reclamación de 8,2 millones de dólares por daños y perjuicios contra el fabricante de automóviles en Brunswick. En concreto, los inversores institucionales han pedido un total de dos mil millones, mientras que los particulares han llegado a pedir 6,2 millones.
Entre los primeros también está el fondo Blackrock, que, “en nombre de sus inversores -explicó un portavoz- ha emprendido acciones legales contra Volkswagen por no haber declarado el uso de dispositivos destinados a manipular las pruebas de emisiones”.
State Street, Nordea Asset Management, el California State Teachers' Retirement System (el fondo de jubilación de los maestros de California) y el Greater Manchester Pension Fund también han presentado la demanda junto con el fondo estadounidense.
Aunque se le preguntó a Volkswagen sobre las emisiones de diésel en 2014, solo reveló en septiembre de 2015 que 11 millones de sus vehículos estaban equipados con software que podía engañar a los resultados de las pruebas de emisiones.