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Divulgación voluntaria 2 y Equitalia: los recién llegados

La nueva edición del procedimiento de devolución de capital podría comenzar en julio y los ingresos recuperados podrían servir para anticipar la intervención en el Irpef - En cuanto a la recaudación, el principal objetivo es cancelar la marca Equitalia y garantizar mayores márgenes de maniobra para quién manejará la colección.

Divulgación voluntaria 2 y Equitalia: los recién llegados

Bienvenido de nuevo divulgación voluntaria, adiós Equitalia. El gobierno evalúa dos nuevas medidas fiscales que apuntan a favorecer tanto el presupuesto público como el bolsillo de los contribuyentes. La más inminente debería ser la reedición del procedimiento para la repatriación de capitales del exterior, que podría reabrir sus puertas a principios de julio.

"La declaración voluntaria 2 es una hipótesis concreta”, había anunciado Matteo Renzi a mediados de mes desde el salón de Bruno Vespa. La nueva operación debería permitir la regularización de capitales en el extranjero también para 2015 y 2016, aportando a Hacienda un par de miles de millones de euros, recursos que podrían utilizarse para facilitar el inicio de la desgravación del IRPF.

Sin embargo, por el lado de la recaudación, el propio Primer Ministro dijo que "para 2018 Equitalia no llega allí: la reorganización de este sistema dará lugar a un modelo completamente diferente. Estamos reorganizando el sistema para que esté cada vez más al alcance del ciudadano y no le moleste”.

Todavía no existe un plan preciso, pero la idea sería cancelar la marca Equitalia (una empresa propiedad de la Agencia Tributaria en un 51 % y del INPS en un 49 %), más que nunca del agrado de los italianos. Evidentemente, las facturas tributarias, las sanciones y las ejecuciones no podrían desaparecer, también porque no es el organismo que se ocupa de la recaudación quien las impone, sino la ley.

Se trataría pues simplemente de flexibilizar el brazo público que tiene la función de recaudar. En este sentido, la reforma Madia de la Administración Pública prevé una delegación al gobierno para reorganizar y poner las agencias tributarias bajo el control de Palazzo Chigi, una novedad que podría garantizar un mayor margen de maniobra a los recaudadores para modular los procedimientos según las características de los contribuyentes individuales.

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