La exposición ofrece una serie de obras creadas a lo largo de cuarenta años en las que Pablo Echaurren dialoga con la sombra del padre del arte conceptual Marcel Duchamp.
Inspirándose en la obra de Duchamp Nu descendant un escalier, el artista ha concebido una serie de signos que invitan al espectador, con un juego onomatopéyico de palabras, a subir las escaleras (Nous ascendants un escalier) y luego a bajarlas (Nous descendants an escalier).
La exposición es también un viaje por el tiempo lejano/cercano e imaginado/vivido que conecta tres fechas: 1917, 1977 y 2017.
1917: año en que Duchamp presenta el ready-made Fountain, la obra provocadora por excelencia.
1977: habiendo abandonado por un tiempo la profesión de artista, Echaurren, vinculándose a la corriente irónica y creativa de los llamados indios metropolitanos, elabora con el grupo un nuevo lenguaje colectivo basado en el uso de las provocaciones de Duchamp pero en clave política , creando fanzines, dibujos, collages y creando happenings sorpresa.
2017: el artista decide recuperar los materiales relacionados con esos momentos, cuadernos, notas escritas y dibujadas, proponiendo también nuevas obras que destacan la posibilidad de utilizar a Duchamp aún hoy como palimpsesto sobre el que trazar un viaje personal.
El eje de la exposición está representado por una serie de collages que chocan con los materiales de papel de la “boîte verte”, la caja duchampiana titulada La mariée mise à nu par ses célibataires, même (1934). Una obra que representa para Echaurren no sólo un objeto personal de afecto sino también un estímulo y alimento para la reflexión sobre hacer arte como práctica ligada a la dimensión del pensamiento.
Como es bien sabido, la caja contiene la reproducción de notas, fotografías, dibujos y hojas rotas relativas a la elaboración del Gran Vidrio. Una especie de caja de herramientas, pero también un potencial collage. Echaurren, que practica la ruta del collage junto a otras disciplinas artísticas desde 1969, ha utilizado copias de los facsímiles de la "boîte" para crear cincuenta obras en una partida de ajedrez ideal con el gran maestro. Para subrayar su importancia, un ejemplo original de la caja está físicamente presente en la exposición.
Al final del itinerario, la escultura de cerámica U/todos somos Duchamp, copia del histórico urinario firmada por R. Mutt, sobre la que intervino Echaurren aplicando una especie de tatuaje realizado con una técnica extraída del compendio del siglo XVI- Faenza del siglo grotesco, transformando así el objeto en un mueble alienante a través de un détournement a medio camino entre la Edad Media, el grafiti, el pasado y el presente, lo alto y lo bajo.
Venecia, Scala Contarini del Bovolo, S. Marco 4299
Ph:Pablo Echaurren, U/todos somos Duchamp 2, 2016, escultura mayólica en berettino, decoración grutesca monocromática azul con reflejos, h. 40, el. 66, pág. 53cm
