Lo más probable es que Hillary Clinton y Donald Trump compitan por la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de Estados Unidos el próximo noviembre. El supermartes dio una señal inequívoca en este sentido, aunque la carrera no haya terminado. Siete estados cada uno.
Entre los demócratas, la exprimera dama ganó siete estados por amplios márgenes, aunque su rival Bernie Sanders demostró que puede obtener muchos votos de los jóvenes y ganó en cuatro estados. La victoria de Clinton parece allanar el camino para su nominación.
Para los republicanos, incluso Donald Trump ha logrado la victoria en siete estados, desmarcando claramente a sus rivales, pero los juegos no han terminado y nadie piensa aún en abandonar el campo porque el partido sigue profundamente dividido. Entre otras cosas, Trump ha echado leña al fuego para llenar los votos de la derecha al argumentar que propondrá construir un muro en la frontera entre EE.UU. y México para frenar la llegada de inmigrantes ilegales. Nunca antes se había visto una elección estadounidense marcada por muros, pero es el signo de las controversias y divisiones de estas elecciones presidenciales.
Si Sanders y Cruz no parecen dispuestos a rendirse por ahora, el Supermartes decretó en cambio el increíble fracaso de Rubio, quien sin embargo aún no ha anunciado su retiro.