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Umberto Boccioni, obras tempranas en la Galería Bottegantica

Comisariada por la historiadora del arte Virginia Baradel, una de las más acreditadas estudiosas del prefuturista Boccioni, la exposición ofrece una cuidada selección de obras ejecutadas por Boccioni entre 1901 y 1909. Años en los que el pintor, entonces veinte años, afianzó su vocación artística a través de Experiencias de estudio realizadas en Roma, Padua, Venecia y Milán, intercaladas con la importante estancia en París en 1906 y el posterior viaje a Rusia.

Umberto Boccioni, obras tempranas en la Galería Bottegantica

Son numerosas las exposiciones que han investigado la figura y obra de Umberto Boccioni en las últimas décadas. Pocos, sin embargo, son los que han recorrido científicamente la etapa juvenil y formativa del artista calabrés, en la que el estudio del pasado está ligado al deseo incontenible de conocer el presente y experimentar el futuro. Está dedicado a este período, lleno de sugerencias, la exposición "El joven Boccioni" 30 de abril de 2021 - 30 de junio de 2021, con la que Galleria Bottegantica inaugura la temporada de exposiciones de 2021. La influencia de las diversas corrientes figurativas europeas y el interés por la tradición clásica y renacentista afloran reiteradamente en las obras de la época y encuentran, sobre todo en la producción gráfica, un válido laboratorio de análisis experimental, invención y verificación estilística que realiza Boccioni en paralelo a la pintura. 

La exposición dedica especial interés a la obra sobre papel a través de una selección de dibujos que recorren los años de aprendizaje del joven Boccioni. A un primer núcleo de obras -de fuerte impronta escolástica- que datan de la época en que se alumno de Giacomo Balla y asistió a escuelas de dibujo pictórico y desnudo en Roma, se une a otro -más copioso y diversificado- atribuible a los años inmediatamente posteriores, en los que el trazo adquiere confianza para darnos precisas visiones arquitectónicas, curiosos retratos -algunos de los cuales rayan en la caricatura- y figuras humanas de extrema síntesis formal. Las copias del museo también pertenecen a este período de aprendizaje. Otro aspecto sobre el que la exposición centra la atención se refiere a las témperas comerciales que Boccioni pintó en los últimos años por motivos mayoritariamente económicos. El afán por aprender y perfeccionar las propias habilidades artísticas también caracteriza el período veneciano del artista, durante el cual experimenta -bajo la guía del pintor Alessandro Zezzos- con la técnica del grabado, cuyos resultados, realmente interesantes, están bien documentados en la exposición milanesa.

El itinerario expositivo de la exposición finaliza - como el formativo del artista - con el traslado de Boccioni a Milán, en septiembre de 1907. El interés por las obras de Giovanni Segantini, Carlo Fornara y Gaetano Previati - admirado durante unos meses primero en la Venecia Bienal – orientó al joven hacia la búsqueda de un estilo capaz de conciliar la modernidad positivista con el idealismo en el campo de la ilustración y el cartelismo. La producción pictórica coetánea encuentra expresión en pequeñas vistas de paisajes lombardos que, sin embargo, demuestran una superación de la trama impresionista aún presente en los lienzos de la época veneciana. En el lado del retrato, donde el pincel se vuelve febril en su urgencia por restituir la singularidad de un rostro, una expresión o un personaje sobre el lienzo.


En la exposición estos temas son testimoniados por valiosas obras, como Paisaje lombardo y La madre enferma de 1908. Otras en cambio documentan el paréntesis simbolista de 1908-1910, que encuentra en el duelo su desenlace más desgarrador y esotérico. Igualmente interesantes son los bocetos para el cartel de la exposición de pintura y escultura promovida por la Familia Artística de Brunate (mayo-junio de 1909): síntesis perfecta de las distintas figuras estilísticas adquiridas hasta ahora por Boccioni, desde el divisionismo, pasando por la amplia y sintética pincelada postimpresionista, hasta los ecos del modernismo.
La exposición se acompaña de un importante catálogo, editado por Ediciones Bottegantica, con contribuciones de Virginia Baradel, Ester Coen y Niccolò D'Agati, una lista de dibujos y témperas editada por Niccolò D'Agati.

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