Once países de la Unión Europea seguirán solos por el camino de la Tasa Tobin, el impuesto sobre las transacciones financieras. Procederán con la cooperación reforzada: el mecanismo que permite a un grupo de estados implementar políticas que son imposibles de acordar para los 27 miembros. Alemania, Francia, Italia, Portugal, Bélgica, Eslovenia, Austria, Grecia, Estonia, España y Eslovaquia se alinean en la parrilla de salida.
La Comisión presentará la propuesta de reglamento a mediados de noviembre y la apuesta es por un acuerdo a finales de año. Partimos de la propuesta de la Comisión de la UE que ya está sobre la mesa: un impuesto del 0,1% sobre el canje de acciones y bonos, del 0,01% sobre los contratos de derivados.