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Tamburi: Tip, el banco del Cuarto Capitalismo

por Ugo Bertone – El banco mercantil milanés tiene una participación accionaria repartida entre un centenar de familias Made in Italy y tiene participaciones en empresas medianas, incluidos siete líderes mundiales en nichos del sector y dos “campeones” en Europa – “Es hora de actuar: estamos llenos de expedientes, pero aléjate de las deudas"

Tamburi: Tip, el banco del Cuarto Capitalismo

No faltan campeones del mundo bajo los cielos de la península. Sólo sé cómo buscarlos. Palabra de Giovanni Tamburi, fundador, presidente y CEO de Tip, una suerte de cuarto banco del capitalismo. “Entre las empresas en las que invertimos -explica- hay al menos siete líderes del sector”. Aquí están, en estricto orden alfabético: Amplifon, Bolzoni, Datalogic, Ima, Interpump y Prysmian. Por último, Zignago completa la lista. A estos campeones del mundo hay que sumar Noemalife y Nh Hoteles, que se tienen que conformar con una corona continental. Al menos de momento, porque las perspectivas de NH, compañía ítalo-española ya reorganizada por Gabriele Burgio, apuntan ahora a Pekín: Hainan Airlines (40 millones de dólares en activos, 80 empleados) adquirió el 11 de mayo del año pasado 20 por ciento de las capital, con el objetivo de utilizar la cadena hotelera, de la que forma parte el ex Jollyhotels, como cabeza de puente para la invasión de turistas chinos en el Viejo Continente. “Una noticia prácticamente ignorada por la prensa italiana –comenta Tamburi– pero que tuvo gran eco en el Financial Times. Qué quieres, somos provincianos”.

De esta forma podemos acercarnos a la filosofía de Tip, la empresa fundada en el año 2000 para “invertir en empresas de rápido crecimiento”. En su momento, el 65 respondió al llamamiento de Tamburi y su equipo, en su mayoría empresarios (pero destacó desde el inicio la presencia de Generali), que pusieron a disposición del equipo 33 millones. Nada excepcional en el momento de la época de auge de la nueva economía, cuando el dinero afluía copiosamente a las arcas de los private equity que lo multiplicaban gracias al uso del apalancamiento financiero, cada vez más estirado para asegurar más ganancias. Todos excepto Tamburi, que encabeza una red de bancos comerciales y de inversión que nada tiene que ver con la filosofía del capital privado. Comenzando con una regla de oro: manténgase alejado de las deudas. Parecía una "vieja economía" fija. Resultó ser la idea ganadora, cuando las deudas, bajo el cielo de la crisis, rebotaron como un peligroso boomerang, golpeando tanto a los particulares como a los bancos que generosamente las habían financiado. Y para Tamburi, por el contrario, ha comenzado la época de la cosecha, que es más fácil cuando no soplan los vientos del turbocapitalismo con una derivación fácil. Sobre todo si practicas el arte de las buenas finanzas, con objetivos a medio plazo. Y sigues algunas reglas simples. “Las empresas que nos interesan –explica Tamburi– deben tener tres requisitos: un accionista controlador o un gerente de alto nivel; un ambicioso proyecto de crecimiento que necesita ser financiado; una fuerte presencia en los mercados con mayor tasa de crecimiento”. Mercancías de este tipo, al parecer, no faltan. “Estamos llenos de expedientes – revela Tamburi – y pronto volveremos a la acción”. No alcanza el tiempo para digerir la operación Amplifon, que coincidió con el desembarco en Australia de la multinacional de la audiencia, ni el eje con Ima, la multinacional con intenciones combativas para el mercado asiático (incluida la entrada en el sector del chocolate), sí vuelve a la acción. “Es el momento adecuado para actuar”, asegura Tamburi, tan enérgico y obstinado bajo el cielo de la crisis como prudente lo fue en los años “buenos”. “Pero la crisis no es igual para todos –precisa-. Efectivamente, a estas alturas la economía está partida en dos: por un lado están los que sufren y, me temo, tendrán que sufrir todavía durante bastante tiempo. Pero por otro lado, hay empresas que han sabido encajar en la ola de crecimiento del mercado, especialmente las emergentes. Y están bien. La frontera entre los dos mundos, como siempre, pasa por las deudas: sufre sufre quien ha dado el paso más largo”.

Al contrario, paso a paso, en diez años el árbol de Tip ha crecido, manteniendo su independencia. Bien garantizado por una amplia participación accionarial entre la que se destacan un centenar de familias Made in Italy. Una flota de socios y aliados listos para moverse juntos cuando el objetivo lo amerita. Como en el caso de Interpump, que debe su despegue internacional hace nueve años a la entrada del equipo Tamburi & C (entre otros Seragnoli, Ferrero, Erede y Cavallini). O Datalogic, el gigante de los códigos de barras, soportado en el momento del desembarco en USA. O, más recientemente, la entrada en Prysmian, también financiada por los accionistas D'Amico y Angelini. que coincidió con la adquisición de Dutch Draka. ¿Y ahora? No faltan las flechas en el arco. Ni goles. Tal vez en los servicios públicos, o en las carreteras, un frente en movimiento seguro tras las elecciones.

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