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España: ninguna confianza para Rajoy. Sánchez: 'Nunca lo dejaremos gobernar'

El presidente del Gobierno en funciones volverá a intentarlo en la segunda votación del 2 de septiembre, pero tras el encendido debate de hoy la perspectiva de volver a las urnas en diciembre se convierte casi en una certeza - Sánchez: "El PSOE nunca se abstendrá" - Iglesias: ""Si el PP seguirá gobernando será un desastre para todos”.

España: ninguna confianza para Rajoy. Sánchez: 'Nunca lo dejaremos gobernar'

Como se esperaba ampliamente, el Primer Ministro a cargo Mariano Rajoy no consiguió la confianza en la primera de las dos votaciones que podrían permitir a España tener un Ejecutivo tras casi nueve meses de ingobernabilidad y dos elecciones generales a sus espaldas. Se respetaron los números previstos en la víspera: 180 diputados votaron en contra de la investidura contra 170 votos a favor (ninguna abstención).

Para poder obtener la investidura, el líder del Partido Popular, que obtuvo el mayor número de votos tanto en las consultas del 26 de junio como en las del 20 de diciembre (pero sin conseguir la mayoría absoluta) habría tenido que obtener el voto favorable de 176 diputados. Misión imposible incluso después de la alianza con Ciudadanos que garantizó a Rajoy 170 votos a favor, de los cuales 137 del PP, 32 de los C y 1 del representante del partido canario.

Nadie creía que el actual líder popular fuera capaz de conquistar las Cortes, mientras que las mayores esperanzas estaban puestas en el segunda votación el 2 de septiembre, cuando se necesitará mayoría simple para tener confianza (y por tanto con la abstención de los socialistas los números estarían ahí). Pero el discurso pronunciado hoy por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, elimina cualquier posibilidad de éxito para Rajoy.

Durante el muy largo el debate de investidura previo a la votación, los tonos fueron muy duros, así como denuncias cruzadas entre los líderes de los cuatro principales partidos políticos.

El número uno de los socialistas no sólo reiteró su No a la votación de hoy, sino que adelantó que votará en contra de cualquier intento que haga el presidente del Gobierno en funciones de aquí al 31 de octubre, día en el que, según prevé el ley, expirará el tiempo útil para la formación del Gobierno y el Rey se verá obligado (otra vez) a disolver las cámaras convocando oficialmente nuevas elecciones, previstas para Navidad.

"El PSOE -dijo Sánchez- nunca se abstendrá ante la corrupción y la supresión de derechos". Luego dirigiéndose directamente a Rajoy: “No confiamos en ti y no te concederemos un indulto injustificado”.

Un cierre hermético que no se puede abrir bajo ningún concepto y que proyecta España hacia las terceras elecciones generales del año.

No se seca ni de Podemos quien, por boca de su número uno Pablo Iglesias, reafirmó la posición de todo el partido "Si sigues gobernando será un desastre para todos".

"El aliado" Albert Rivera, líder de Ciudadanos, durante el debate invitó a PP y PSOE a encontrar puntos en común en torno a los pactos firmados por Ciudadanos con ambos partidos (durante la anterior, y concursal, sesión de investidura C's había llegado a un acuerdo con el socialistas), al tiempo que admite que aún hoy Todavía no confío en Rajoy y enfatizando que permitir que el Partido Popular gobierne no significa apoyarlo, sino actuar por el bien del país. Finalmente, Rivera pidió, sin ser escuchado, a los socialistas que lo "ayudaran" a mantener bajo control al pueblo popular. 

Rajoy lo intentó hasta el final, pidiendo reiteradamente a los diputados de todos los partidos presentes en el Parlamento que voten con "responsabilidad". "Sé que 170 diputados no son suficientes, pero creo que es un número razonable de escaños para permitir la formación de un gobierno en España y evitar ir a elecciones por tercera vez".

Nada que hacer. No parece haber un camino a seguir para permitir que el país abandone el estado de ingobernabilidad que existe desde diciembre pasado. Según El País, uno de los principales diarios de España, solo hay una forma de resolver el problema sin recurrir a las urnas: uno entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy debe dar un paso al costado.

Si el secretario del PSOE decide dar un paso atrás, un hombre más proclive a la conciliación podría ponerse al frente del partido, allanando el camino al segundo Gobierno consecutivo de Rajoy (en minoría o en coalición con socialistas y ciudadanos).

Si, por el contrario, fuera el número uno del PP el que se echara atrás, Sánchez podría tener una excusa válida para ceder, salvando las apariencias ante la opinión pública.

Es una pena que ninguno de los dos mandatarios parezca dispuesto a abandonar el escaño que ocupan actualmente, poniendo fin a una de las crisis políticas más largas de la historia ibérica y salvaguardando la estabilidad del país. Hasta ahora, el crecimiento económico ha resistido muy bien la paradójica convulsión política de los últimos nueve meses, pero se dice que unas nuevas elecciones no pondrán en peligro lo que la Península Ibérica ha construido a lo largo de los años con sacrificios y austeridad, frenando los resultados positivos registrados en los dos últimos años sobre el PIB, la industria y el desempleo.

A estas alturas, salvo giros improbables, el destino de Mariano Rajoy parece sellado y el de los españoles que volverán a votar las próximas Navidades con la esperanza de que el círculo político vicioso del año pasado finalmente llegue a su fin.

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