España tiene cada vez más dificultades para financiarse en el mercado. En julio, la exposición de los prestamistas españoles al Banco Central Europeo alcanzó un nuevo máximo histórico: 375,5 millones de euros. El Banco de España lo ha anunciado hoy.
Desde enero, la cifra ha seguido una tendencia alcista, señal de una mayor reticencia de los inversores a la compra de bonos españoles. Mientras tanto, el gobierno ha firmado un memorando de entendimiento con la Unión Europea para un préstamo de 100 mil millones de euros para recapitalizar el sector financiero.