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Si no se logra la igualdad de género, ¿quién podrá vencer la violencia contra las mujeres?

Entrevista con Gabriella Battaini Dragoni, Secretaria General Adjunta del Consejo de Europa. Conferencia internacional en Roma tras la reciente entrada en vigor del Convenio de Estambul, instrumento jurídicamente vinculante en la lucha contra este tipo de violencia y también la que se produce en el ámbito doméstico.

Si no se logra la igualdad de género, ¿quién podrá vencer la violencia contra las mujeres?

“Construyendo una caja de herramientas legales internacionales para finalmente decir '¡basta!' a la violencia contra la mujer ya la que se produce en el hogar y que afecta también a hombres, niños y ancianos. Este es el objetivo que se había fijado el Consejo de Europa. Una empresa ardua, muy ardua, ya que estas manifestaciones de violencia surgen y se alimentan de condiciones objetivas de disparidad entre los dos sexos aún presentes en todos o casi todos los contextos sociales europeos. Pero ahora, con la entrada en vigor que celebramos hoy (viernes 19 para el lector - ed) del Convenio de Estambul, hemos dado un primer paso significativo”.

Gabriella Battaini Dragoni - secretaria general adjunta del Consejo de Europa, la italiana durante dos años "número 2" de la organización europea (47 estados miembros, incluidos los 28 países que forman parte de la Unión Europea) nacida después de la Segunda Guerra Mundial para proteger y reforzar los derechos humanos, el Estado de derecho y la democracia en un territorio de 820 millones de habitantes- se mostró algo cansada pero radiante al término de la conferencia en la que ayer, en la sala de grupos parlamentarios de la Cámara, más de un centenar Participaron representantes de instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil de toda Europa.

Y en esta entrevista con Firstonline, la secretaria general adjunta del Consejo de Europa explica los motivos de su satisfacción, indicando también las perspectivas que, en materia de lucha contra la violencia contra las mujeres y dentro del hogar, se han abierto con la entrada en vigor de , el pasado 14 de agosto, del Convenio de Estambul. “Que es el primer tratado europeo jurídicamente vinculante -aclaró- para los 22 Estados del Consejo de Europa que lo han ratificado (incluida Italia) y los otros XNUMX que lo han firmado sin haber completado el procedimiento de ratificación”.

PRIMERA LINEA – Doctor, ¿usted cree que la entrada en vigor del Convenio de Estambul para la prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica será suficiente para dar un golpe de esponja inmediato y definitivo a la recurrencia de episodios que pueden tener distintos pero objetivos orígenes comunes, las mujeres? ¿O no cree que, precisamente porque la violencia, como usted dice, deriva directamente de una disparidad persistente, en términos económicos y educativos, generalizada entre hombres y mujeres en total detrimento de ellos, los efectos de la Convención se manifestarán en un ¿mucho tiempo?

BATEADORES DE DRAGONES – Es necesario distinguir. Por supuesto, erradicar de la noche a la mañana comportamientos arraigados en diferentes tradiciones y culturas no es una operación fácil ni rápida. Por otro lado, ya hay puntos de inflexión inimaginables hasta hace poco. Justo aquí en Italia. Pienso en el testimonio que vino a dar hoy aquí Lucía Annibali, la abogada que tenía la cara marcada por el ácido que le tiraron dos hombres desesperados contratados por su novio que no había tolerado que la dejaran. El testimonio, que me impactó emocionalmente hasta el punto de hacerme llorar, de una mujer que supo transformar el dolor en una gran fortaleza e igualmente grandes ganas de vivir.

PRIMERA LINEA –¿Y cuál es la relación entre el gravísimo episodio de violencia del que fue víctima Lucia Annibali y el Convenio de Estambul?

BATEADORES DE DRAGONES – La relación radica en que el instigador de la cicatriz fue condenado a veinte años de prisión por tentativa de homicidio. Una acusación que había allanado el camino para la aplicación de la ley que introdujo el delito de acecho. Ley que, caso excepcional en Italia, fue aprobada por el Parlamento por unanimidad, gracias también al apasionado compromiso de la presidenta de la Cámara Laura Boldrini (quien participó ayer activamente en la Conferencia – ed.) poco después de la ratificación del Convenio de Estambul.

PRIMERA LINEA – ¿Podemos decir entonces que, con la contribución del Presidente de la Cámara y con la suya, Italia ha tenido un papel protagónico en la definición de la Convención?

BATEADORES DE DRAGONES – Los dos estamos comprometidos, seguro. Pero prefiero referirme al 'triángulo italiano', completado por la presencia de Federica Mogherini. Quien, antes de ser nombrado ministro de Asuntos Exteriores, como miembro de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, dedicó mucho tiempo a definir el texto de la Convención.

PRIMERA LINEA – En concreto, ¿cuáles son las armas que la Convención pone a disposición de quienes se comprometen a erradicar la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica?

BATEADORES DE DRAGONES – El primer paso crucial es, para cada Estado miembro que haya firmado el Convenio de Estambul, el procedimiento de ratificación. Lo que implica la previa aceptación, también mediante modificaciones de la legislación preexistente, de las detalladas y estrictas normas contenidas en dicho Tratado. Además, el Convenio introduce un mecanismo de seguimiento complejo, confiado a un grupo de expertos independientes (mínimo 10, máximo 15) con un mandato de cuatro años, posiblemente renovable una sola vez, encargado de verificar la implementación de las disposiciones contenidas en el Convenio. cuyo texto, me gusta subrayar, ha sido definido por la ONU como un 'estándar de oro', es decir, el más alto nivel de calidad legislativa.

PRIMERA LINEA – Doctor, además de Italia, ¿cuáles son los principales estados europeos que han ratificado la Convención?

BATALLAS DE DRAGONES – Francia, España, Turquía, Austria, Dinamarca, Portugal, Suecia. Entre los 22 Estados miembros que lo han firmado, pero no ratificado hasta el momento, se encuentran Bélgica, Alemania, Gran Bretaña, Grecia, Luxemburgo, Noruega, Holanda, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, Suiza, Ucrania y Hungría. Entre los países miembros del Consejo de Europa que no han firmado el Convenio se encuentran Rusia, República Checa, Bulgaria y Chipre.

FIRSTONLINE – Pero, ¿el Consejo también mira más allá de Europa?

BATALLAS DE DRAGONES – La Convención también pretende convertirse en un instrumento para promover los esfuerzos para derrotar la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Y el Consejo de Europa dirige su mirada hacia la ribera sur del Mediterráneo, Oriente Medio y la vecindad oriental. Mientras tanto, con esta intención ya hemos programado una reunión con la Liga Árabe. No nos falta compromiso. Pero claro, para erradicar este tipo de violencia es fundamental luchar por la consecución efectiva de la igualdad entre hombres y mujeres. Este objetivo está aún lejos en la propia Unión Europea, donde el salario medio de una mujer es un 30% inferior al de un hombre, y llega al 40% si la comparativa se refiere a la pensión. Si no se resuelve este nudo que deja a las mujeres en una condición de sujeción económica, ¿quién podrá jamás erradicar la violencia contra ellas?

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