"Sobre el Mecanismo Europeo de Estabilidad se necesita una reflexión adicional”, dijo el líder político del M5S, Luigi Di Maio, según escribe hoy el diario La República. El mensaje está claramente dirigido al primer ministro, Giuseppe Conte, y ayuda a aumentar la tensión en la mayoría.
Como canciller, Di Maio deberá firmar la reforma del Mes. Parece muy difícil que Italia asuma la responsabilidad de volar todo por los aires: lo más probable es que en el Consejo Europeo de diciembre, donde se requerirá la unanimidad, nuestro país debería pedir un aplazamiento. También porque, en caso de luz verde europea el próximo mes, la ley del nuevo Mes llegaría al Parlamento en enero, y en ese momento estaría en juego la estabilidad del ejecutivo. Mientras tanto, en la Cámara y en el Senado, la Liga está lista para presentar una resolución para impedir la firma del gobierno italiano y corre el riesgo de ganar apoyo también en el Movimiento.
En los últimos días Conte ha defendido enérgicamente al gobierno de los ataques del líder del Carroccio, Matteo Salvini. La Premier habla de un "delirio colectivo" suscitado por el líder de la oposición: el mismo que "hace unos meses participó en las mesas donde se discutió el Mecanismo. Ahora la misma persona y el mismo partido han descubierto la existencia del Mes y gritan escándalo: una actitud irresponsable".
Salvini responde acusando a la Premier de "traición” por dar luz verde política a un mecanismo que penalizaría a los estados con mayor deuda. “Mr. Conte es mentiroso u olvidadizo – dice el secretario de la Liga Norte – si fuera honesto diría que en esas mesas así como en cada debate público siempre le hemos dicho no al Mecanismo”.
Palazzo Chigi se defiende subrayando que todavía no se han aprobado cambios en el Mes y que se discutirán en la cumbre europea de diciembre. De cara al nombramiento, Conte hablará en el Senado tres días antes. Pero ya está prevista una cumbre mayoritaria para mañana viernes, que a estas alturas podría convertirse en una encrucijada. También estará presente el Ministro de Economía, Roberto Gualtieri, listo para explicar que el nuevo Mes no prevé -para acceder al fondo- la obligación de reestructurar la deuda. Un concepto que el arrendatario de vía XX Settembre está dispuesto a reiterar en la Comisión de Hacienda del Senado el próximo miércoles.
Mientras tanto, también fuentes de Banco de Italia anunciaron que la reforma "no prevé ni anuncia una reestructuración de las deudas soberanas" e que no existe una "compensación entre la asistencia financiera y la reestructuración de la deuda". El Banco de Italia no es "desfavorable" a la reforma, pero en los últimos días simplemente ha querido advertir de los "riesgos sobre cualquier iniciativa futura sobre las operaciones del Mes".
Por otro lado, las nuevas reglas son bastante ambiguas: en caso de una solicitud de ayuda de un estado con una deuda alta, el MEDE puede (no "debe") pedir una reestructuración de la deuda, es decir, un recorte de intereses o un alargamiento de los vencimientos de los bonos del Estado, lo que supondría una pérdida irrecuperable para los inversores privados.
Tal operación sería realmente peligrosa para los bancos italianos, que tienen 400 mil millones de bonos públicos en sus vientres. El presidente de ABI Patuelli había reaccionado con dureza a la noticia del Mes: “Si nuestra deuda soberana no está protegida ya no la compramos”. Pero luego la Asociación Bancaria dijo que estaba tranquilizada por las aclaraciones de Gualtieri.
