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Rolls-Royce Holdings estudia embarcaciones no tripuladas

Los drones marinos prometen ahorros significativos para las líneas navieras, especialmente en el sector de contenedores y carga seca. Sin embargo, los estándares internacionales actualmente no permiten la navegación no tripulada.

Rolls-Royce Holdings estudia embarcaciones no tripuladas

Los drones, objetos voladores sin pilotos a bordo, están cada vez más extendidos, al igual que los automóviles sin conductor. El ejemplo no podía dejar de extender la idea a otros medios de transporte también. Rolls-Royce Holdings fue el primero en pensar en ello, que creó un equipo, llamado Blue Ocean, para estudiar la construcción de un carguero no tripulado. En su laboratorio de Noruega se está preparando un dispositivo que puede "ver" 360 grados desde la cubierta del barco, transmitiendo cada detección a un centro terrestre desde el que, en el futuro, se podrían pilotar cientos de barcos no tripulados.

Es una idea ganadora, dicen en Rolls-Royce: un drone-barco sería el vehículo más seguro, barato y menos contaminante de los que componen toda la flota de carga, una industria de 375 millones de dólares por la que se comercializa el 90% de los productos en el mundo. Dentro de diez años, este nuevo buque podría usarse en áreas como el Mar Báltico, predice Oskar Levander, vicepresidente de innovación en tecnología marina de Rolls-Royce. Los costes y la seguridad son problemas que, sin embargo, corren el riesgo de ralentizar mucho su adopción en muchas de las principales rutas navales.

El proyecto también está atrayendo con cautela a la Unión Europea, que está invirtiendo 3,5 millones de euros en un estudio titulado Navegación marítima no tripulada. Las simulaciones tendrán la tarea de evaluar en particular los costos y beneficios de los drones. Sin embargo, muchos armadores, aseguradores, sindicatos y gestores de tráfico marítimo se muestran muy escépticos.

El transporte marítimo aporta el 16% de los ingresos de la británica Rolls-Royce, que ha pasado de los coches de lujo (hoy en manos de la alemana BMW) a la construcción de motores y turbinas para aviones. El nuevo barco podría prescindir del puente y de todo el equipo necesario para las necesidades de la tripulación, dejando así espacio para la carga. En comparación con vehículos tradicionales similares, sería un 5 % más ligero y consumiría entre un 12 % y un 15 % menos de combustible. Luego está el ahorro en los marineros, que según la consultora Moore Stephens representan el 44% del coste operativo total de un gran buque portacontenedores. Eso es casi $ 3.300 por día para cada barco hoy.

Esto no significa que los ahorros puedan resultar insuficientes, demasiado bajos para justificar las inversiones necesarias para garantizar la seguridad del nuevo vehículo. Ahora, una embarcación no tripulada es ilegal sobre la base de convenciones internacionales, advierte la Cámara Naviera Internacional de Londres. Para navegar hay que respetar las normas de la OMI, la Organización Marítima Internacional, el organismo de las Naciones Unidas que supervisa el tráfico marítimo desde hace casi 70 años. Así que por el momento no hay posibilidad de ver drones surcando los mares.

Pero la oposición más acalorada será, sin duda, la de la ITF, la federación internacional que representa los intereses de unos 600 marineros de buques de carga y portacontenedores: "Nada puede y nunca reemplazará los ojos, los oídos y las decisiones de un marinero profesional". proclama Dave Heindel, presidente de la ITF. Sin embargo, según Levander, una transición lenta y gradual, asistida por computadoras, también superará estas resistencias, especialmente en el sector de contenedores y grandes cargas. Será menos fácil ver la nueva tecnología aplicada a cargas peligrosas, como el petróleo y el gas. Sin la capacidad de tomar rehenes, la piratería también puede ser menos frecuente, dice Levander. Sin embargo, incluso la modernidad tiene sus enemigos: de hecho, será más difícil proteger el barco y su carga de los ataques de piratas informáticos.

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