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Restaurantes, la revolución de los drones para llevar

Asociado durante mucho tiempo con la guerra quirúrgica, los aviones no tripulados también se utilizan para entregar pizza, tacos y cerveza helada, una estratagema de marketing que podría revolucionar el sistema pony express, particularmente en regiones remotas y de difícil acceso.

Restaurantes, la revolución de los drones para llevar

La invasión de drones, al parecer, podría ser más agradable de lo esperado. De acuerdo a lo que Heraldo de la mañana de Sidney, los robots voladores pronto podrían bombardearnos con pizzas, tacos y cerveza fría.

Los drones, un nombre popular para una amplia gama de vehículos aéreos no tripulados operados a distancia, se usan solo en el ejército. Y aunque, en el imaginario colectivo, sean vistas como enormes y letales máquinas de acero, los más pequeños de la familia se están extendiendo cada vez más en el mundo civilizado. Y lo están haciendo de formas tan llamativas que podrían revolucionar el sistema moderno de entrega y transporte, desde el periódico que se entrega en la puerta de su casa hasta los medicamentos que deben transportarse a regiones remotas.

La forma en que se utilizan los drones ahora raya en lo surrealista. El año pasado se anunció una nueva startup con un nombre bastante extraño: Tacocopter. Así es como funciona: simplemente ordene comida mexicana a través de una aplicación de teléfono inteligente y pronto un helicóptero, es decir, mini, entregará tacos a los hambrientos.

Pero el sueño de las cenas con drones para llevar no acaba ahí. Allá CNN habla de dos ingenieros de Yelp trabajando en un proyecto con un nombre muy claro: Burrito Bomber. Y el gigante estadounidense de la pizza Domino ya ha anunciado el Domicopter, un helicóptero de ocho hélices (cuatro más que el Tacocopter, ya que las pizzas pesan más). También hay una video del prototipo en acción, que heroicamente recorre seis kilómetros en 10 minutos, para entregar una margarita aún calentita.

La práctica, sin embargo, no es el típico proyecto loco de barras y estrellas. Un restaurante de Londres ya está planeando tener un camarero dron que lleve platos de sushi en cuatro hélices. Y en Sudáfrica, los asistentes al Festival de Música OppiKoppi podrán lanzarse en paracaídas con una bebida helada con un mensaje desde su teléfono inteligente. Sin embargo, el cofundador de Darkwing Aerials, la empresa que gestiona el servicio de drones del festival, admitió que "la tecnología funciona bien, pero es más una estrategia de marketing que una forma de dar cerveza a las masas".

Sin embargo, el uso de robots voladores para usos frívolos, por popular que sea, no es precisamente revolucionario. De momento, es más una novedad a explotar a nivel publicitario. Pero las posibilidades reales de encontrar los cielos obstruidos con drones que entregan pizzas son, afortunada o desafortunadamente, aún remotas.

La guerra quirúrgica de drones armados con tacos queda pues lejana. Sin embargo, hay empresas que tienen la intención de explotar el potencial de los aviones no tripulados para revolucionar, y tal vez incluso resucitar, servicios como pony express en lugares remotos donde la creación de 50 estaciones de mini-helicópteros es más barata que construir una carretera de un solo carril. Sin embargo, en los mismos lugares remotos, por el momento, los drones suelen estar presentes, pero no lanzan paquetes postales.

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