comparte

Renzi: reducir la cuña fiscal en al menos un 10%

En las próximas semanas, el nuevo gobierno procederá a una reducción de "dos dígitos" en la cuña fiscal -el primer ministro Matteo Renzi lo anunció en el Senado como la intervención de política fiscal más inmediata del recién instalado Ejecutivo- Desde Palazzo Chigi también el anuncio de una revisión de la tributación de los ingresos financieros.

Renzi: reducir la cuña fiscal en al menos un 10%

La iniciativa sobre la cuña fiscal anunciada por Renzi se suma a las de la liberación total de las deudas de las administraciones públicas y al establecimiento de un fondo de garantía para el acceso al crédito de las pequeñas y medianas empresas, que indicó el nuevo presidente del Gobierno para apoyar la economía.

La reducción de la cuña fiscal es, por tanto, el primer instrumento de política fiscal que pretende utilizar el Gobierno para impulsar el empleo y el desarrollo. No es una idea original, sin embargo recibe el consentimiento de muchos observadores y expertos económicos. Incluso la OCDE, y nuevamente recientemente, ha pedido esta intervención para relanzar la economía italiana y la sugerencia vino precisamente del jefe de economistas de esa institución, Pier Carlo Padoan, quien hoy se sienta en la silla del Ministro de Economía y Finanzas de el gobierno Renzi.

No se sabe nada más, al menos por ahora, sobre cómo se producirá la rebaja anunciada, solo que será de "doble dígito". Parece un paso adelante en comparación con la indicación de una reducción del 5%, que escuchamos en el anterior gobierno de Letta. Sin embargo, sin mayores detalles, no es posible evaluar la posible efectividad de la medida de política fiscal.

En primer lugar, conviene recordar que la denominada cuña fiscal es la diferencia entre el coste laboral total en que incurre la empresa para un trabajador y su salario neto. Por tanto, se puede obtener una reducción de la cuña fiscal tanto disminuyendo los costes de la seguridad social a cargo de la empresa como reduciendo las cotizaciones y cargas fiscales a cargo del trabajador. Incluso la reducción o eliminación del Irap en el componente del costo laboral, a cargo del empleador, puede ser útil para reducir la cuña fiscal, en un sentido amplio.

En cuanto a la reducción de "dos dígitos", el objetivo ya se puede lograr a partir de una reducción del 10 por ciento. La interpretación más simple de las palabras del Primer Ministro Renzi, por lo tanto, sugeriría una intención de reducir la diferencia actual entre el costo laboral total y el salario neto del trabajador en un 10%. Si esta intervención se aplica a casos concretos, podría suponer, por ejemplo, para un trabajador con un salario bruto anual de 25 euros, una reducción de la cuña fiscal de unos 1.700 euros anuales, a grandes rasgos, variable según los distintos sectores situaciones económicas y empresariales. De hecho, frente a un salario bruto anual de 25 euros, hoy el trabajador percibe unos ingresos netos de unos 18 euros, costándole a la empresa unos 35 euros, por una cuña fiscal de más o menos 17 euros. 

Renzi ni siquiera explicó al Senado cómo pretende el Gobierno financiar esta reducción de la tasa, salvo con una referencia genérica a la reducción del gasto estatal.
Para entender algo más, puede ser útil una nota difundida por la Presidencia del Consejo en la tarde del domingo, a fin de aclarar el alcance de algunas declaraciones realizadas por el subsecretario de la Presidencia del Consejo, Graziano Delrio, durante una transmisión televisiva. “El horizonte del Gobierno –se lee en la nota– es el de una reducción de la carga tributaria a través de una remodulación de los impuestos sobre la renta financiera y los impuestos sobre el trabajo”.

Habría que pensar en el significado de "reducción de impuestos" en un sentido económico, es decir, como una reducción de la relación entre los ingresos fiscales y el PIB. Pero se entiende que el Gobierno ha utilizado esta expresión en un sentido atécnico, es decir, para significar una disminución de los impuestos directos sobre los trabajadores y sobre la clase media en general. 
De ser así, el Gobierno parece haber dicho que pretende aumentar la tasa sobre las rentas financieras en su conjunto (posiblemente con ajustes relativos entre las tasas de las distintas fuentes de rentas financieras y, probablemente, también de las distintas rentas) y, quizás, también el de mayores ingresos del trabajo. En definitiva, en palabras de Palazzo Chigi, también se podría vislumbrar una intención de aumentar la progresividad de las tarifas del Irpef.

En el discurso de Renzi en el Senado, hubo pocas otras ideas de política fiscal. Habló de Hacienda sólo para decir que el Gobierno pretende intervenir en el sistema tributario mediante la puesta en marcha de la delegación fiscal, que el Parlamento está a punto de concederle.

Luego añadió que quería poner en marcha iniciativas "claramente visibles para los ciudadanos", como el envío de la declaración precargada directamente a los domicilios de todos los funcionarios y pensionistas, también mediante el uso de tecnologías telemáticas. Esto con el fin de mostrar cómo puede cambiar la relación entre el ciudadano y la administración pública. Las autoridades fiscales deben dejar de ser hostiles y hostiles – dijo Renzi -, no deben ser percibidas como un coco, sino como una especie de consultora para el cumplimiento tributario justo. Excepto, por otra parte, ser muy duros con quienes delinquen o, en todo caso, "se hagan pasibles de sanciones administrativas". En estos casos -concluyó el nuevo jefe de Gobierno- la represión debe ser muy dura.

Entre las posibles intervenciones próximas del Gobierno sobre la administración tributaria, debemos mencionar las que podrían derivarse de un principio afirmado con fuerza por Renzi, frente a los senadores. “Hay sectores del Estado -dijo el nuevo primer ministro- que viven las vicisitudes de la política con aparente respeto, pero con un pensamiento retrospectivo sustancial: los gobiernos pasan, los gestores quedan”. 

En cambio, argumentó Renzi, se debe establecer una mayor conexión entre la expresión popular de la elección del gobierno y la estructura gerencial de la maquinaria pública. En otras palabras -prosiguió- "no puede existir la posibilidad de un gerente que se quede indefinidamente y que haga las buenas y las malas" en la estructura que dirige. En resumen, Renzi ha anunciado, de manera colorida, que quiere hacer un uso extensivo del instrumento del sistema de despojo, tal vez incluso para querer extenderlo más. Para los responsables de las oficinas de administración tributaria y de las Agencias, esto podría significar grandes cambios en el futuro.

Revisión