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Referéndum, la economía del SÍ: basta de los vetos de las Regiones en energía

La reforma constitucional objeto del referéndum pone fin a los conflictos entre el Estado y las autoridades locales en el ámbito energético que en muchas ocasiones han impedido o retrasado proyectos fundamentales para la seguridad energética y la reducción de costes para los ciudadanos - Se tardó 10 años y 80 autorizaciones para la conexión eléctrica entre Calabria y Sicilia que reduce en 600 millones la factura de los italianos - Del caso de la terminal de regasificación de Monfalcone a la increíble batalla de la Región Puglia contra el gasoducto TAP

Referéndum, la economía del SÍ: basta de los vetos de las Regiones en energía

Si hay un campo en el que el exceso de competencias (y potestades) encomendado a las Regiones por el actual Título V de la Constitución y, con anterioridad, por una división poco clara de competencias y responsabilidades, ha manifestado claramente sus límites y producto daños medible en decenas de miles de millones de euros es el de la energía. El poder de veto, de facto en manos de las Regiones y Entidades Locales, ha impedido en muchos casos y retrasado durante varios años en otros, proyectos fundamentales para la seguridad energética del país y para el abaratamiento de la energía. 

En las décadas de 80 y 90 esto se tradujo principalmente en el retraso en la construcción de nuevos polos de producción de energía, en un momento en que el déficit derivado del bloqueo en la construcción de centrales nucleares tras el referéndum de 1988 y el cierre de algunas de ellas había colocado nuestro país en una condición de debilidad energética, que sólo fue superada gracias a un acuerdo con Francia para la importación de cantidades considerables de energía eléctrica. Pagó caro. 

Más recientemente, los vetos se han dirigido principalmente a la construcción de importantes redes de transporte de energía, tanto de electricidad como de gas. Hace apenas unos meses, por ejemplo, tras un proceso de autorización que duró más de 10 años y unas 80 autorizaciones diferentes solicitadas, se completó la nueva conexión eléctrica entre Sicilia y Calabria, con una reducción de 600 millones de euros anuales en el coste de la factura italiana. Solo esta línea, si se hubiera completado en el plazo previsto, habría permitido un ahorro de varios miles de millones de euros. 

Un caso similar fue la línea Matera – Santa Sofía en la última década, que comenzó en 1992 y finalizó recién en 2007, con un bloqueo de autorización de unos 10 años. Una vez completado, también ha mejorado mucho las conexiones Norte-Sur en el transporte de electricidad, reduciendo costes y mejorando la seguridad. Y hoy, por poner otro ejemplo, la batalla de la región de Puglia contra el gasoducto llamado TAP (Trans Adriatic Pipeline), que traerá cantidades adicionales y sustanciales de gas a Italia desde el Mar Caspio, según el proyecto nacional que quiere hacer de Italia el hub gasista de toda Europa

 O la negativa de la región de Friuli a construir una terminal de regasificación en la zona de Monfalcone. Ejemplos hay muchos más. Todo relacionado con proyectos bloqueados o severamente retrasados. 

Lo que generalmente se subestima es el hecho de que cuando hay un fuerte conflicto autorizado con las Regiones y las Autoridades Locales, las consecuencias no se limitan a retrasos graves, si no bloqueos, de los proyectos meses en tramitación.

La situación de conflicto que se presenta produce confusión institucional y continuos conflictos de poder. Las decisiones suelen pasar a los Tribunales Administrativos ya los distintos niveles de los distintos Poderes Judiciales, con consecuencias fácilmente comprensibles.

Todo ello supone unos costes adicionales para los promotores, tanto privados como públicos, gravados por los gastos de gestión de autorizaciones y contencioso-administrativos que alcanzan ya varios puntos porcentuales del coste total de las obras. 

Por lo tanto, esclarecer el asunto, reafirmando el claro interés nacional en garantizar la continuidad y seguridad del suministro energético, representa un paso adelante decisivo y positivo. 

Extracto de “L'Economia del Sì”, editado por Irene Tinagli. Descarga aquí el documento completo.

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