El tradicional discurso televisivo de fin de año del Presidente de la República, Sergio Mattarella, convertido más que nunca en el verdadero árbitro de la política italiana tras el referéndum constitucional del 4 de diciembre, no será un simple mensaje de buenos deseos para italianos.
Mattarella aprovechará esta noche para hacer un fuerte llamado a los partidos y sus líderes para que dejen de lado polémicas innecesarias y se centren en los problemas reales del país, con especial atención al trabajo, la juventud, el Sur, el ahorro y la seguridad.
El Jefe de Estado es perfectamente consciente de los nombramientos muy delicados que le esperan a la política italiana ya en enero, especialmente en relación con el pronunciamiento del Tribunal Constitucional sobre el Italicum y la importancia de aprobar una ley electoral homogénea para las dos Cámaras y no se dejará perder. la oportunidad de recordar a los líderes de los distintos partidos políticos. Pero, como siempre, lo hará con sobriedad y eficacia.