Dos humos negros, en buena parte previsibles, en Diputados para la elección del nuevo Jefe de Estado. Tanto la segunda como la tercera votación no prosperaron. Pero a partir de mañana la música cambia, porque a partir de la cuarta vuelta se baja el quórum para la elección del Presidente de la República y 505 votos.
Será la hora de la verdad para Sergio Mattarella, que sobre el papel tiene 586 votos, gracias al sólido apoyo del Partido Demócrata al que se suma el de Elección Cívica, el Centro Democrático de Tabacci, Sel y el exgrillini. Naturalmente, el factor desconocido permanece para los francotiradores.
Pero Matteo Renzi, que lanzó la candidatura de Mattarella, todavía espera ampliar el consenso recuperando al menos una parte de los votos del Nuevo centroderecha de Angelino Alfano, que se ha desvinculado del pacto de gobierno para aplastar a Silvio Berlusconi, a su vez impugnado en la dentro de Forza Italia por las negociaciones de quiebra con la Premier.
La cuarta votación será decisiva: o Mattarella despega de inmediato o nos enfrentamos a escenarios impredecibles, pero las previsiones de la víspera apuntan a humo blanco.