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Productividad, el CGIL nunca está ahí

Passera: "Sería de interés del país obtener el máximo consenso también en el frente sindical" - Luz verde de la UIL - Camusso: la CGIL "sigue creyendo que el contrato nacional debe tener la función de proteger el poder adquisitivo de salarios del conjunto de trabajadores y trabajadoras en cada sector individual".

Productividad, el CGIL nunca está ahí

El maximo consenso entre sindicatos en la mesa de productividad sería "en interés del país" y al mismo tiempo "una gran señal de credibilidad". El Ministro de Desarrollo Económico dijo: Corrado Passera, en referencia a la difícil negociación en curso entre los interlocutores sociales. 

Sin embargo, la CGIL no es de la misma opinión y en este punto se hace cada vez más probable la hipótesis de un acuerdo separado sin la firma del sindicato de Corso Italia. “El viernes pasado la CGIL trató de señalar a los gremios empresariales las razones de mérito de la disidencia -escribió la secretaria Susanna Camusso-, esperando poder continuar la discusión y así evitar precipitar la situación en un acuerdo sindical separado, que aún hoy seguimos creyendo que no es bueno para nadie”. 

La Union"sigue creyendo que el contrato nacional debe tener la función de proteger el poder adquisitivo de los salarios de todos los trabajadores y trabajadoras en cada sector individual – explica Camusso -, aumentando los salarios mínimos que también determinan las incidencias relativas, mientras que el segundo nivel (que actualmente afecta a menos del 30% de los empleados) debe agregar recursos relacionados con la productividad en la empresa". 

Por ello, la CGIL propone una formulación "diferente" del texto, de forma que se explicite la separación entre los dos niveles: "La garantía de poder adquisitivo a implementar en las renovaciones de los contratos y la introducción de otro elemento diferenciado, que donde no hay contrato de empresa".

En cambio, “la solución presente en el texto considera el indicador Ipca, ya no exhaustivo de la recuperación del poder adquisitivo –subraya Camusso-, un indicador global del primer y segundo nivel de negociación. Esto conduciría a la diferenciación de los salarios mínimos ya la reducción de la protección del poder adquisitivo de los salarios. Esta elección tiene un efecto recesivo adicional, dado el ya presente empobrecimiento de los salarios y las contracciones relativas del consumo, y pierde el efecto de estimular la productividad frente a los factores organizacionales y las inversiones que los pondrían a disposición”.

En posiciones diametralmente opuestas la secretaría nacional de la Uil, que al final de la evaluación del documento sobre productividad confirmó su "opinión favorable a la comprensión El sindicato dirigido por Luigi Angeletti reiteró que “la premisa del texto es parte integral del propio acuerdo. El alcance de este acuerdo, de hecho, depende de la decisión del Gobierno de hacer estructural la reducción fiscal de los bonos de productividad mediante la aplicación de un impuesto, en sustitución del Irpef y recargos, al 10% sobre la renta de los trabajadores hasta 40 euros brutos anuales”.

Para Uil, “solo bajo esta condición el acuerdo tendrá sentido y podrá contribuir al inicio del crecimiento de la productividad y la competitividad en Italia. Se insta, por tanto, al Gobierno a proceder de forma coherente y aplicar las medidas consiguientes”. Estas medidas son consideradas por la Uil "indispensables para hacer exigible el acuerdo".

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