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Plan de crecimiento de 6 mil millones Monti: exenciones de impuestos y contribuciones a los partidos bajo presión

Aunque el primer ministro Monti ha negado recurrir a maniobras adicionales para la recuperación financiera, el Gobierno trabaja en un plan para racionalizar los gastos tributarios y las contribuciones a los partidos políticos y sindicatos, para evitar el aumento del IVA en 2013 y posibles olas de inestabilidad durante el 'agosto caluroso'. '.

La llegada a puerto del delegación fiscal, ayudado por la posibilidad de elecciones anticipadas en noviembre, ya no parece muy seguro. Y el sobrecalentamiento repentino del clima en los mercados financieros europeos sólo puede centrar la atención del Ejecutivo en el recrudecimiento de los síntomas de contagio, desviando energías de las resoluciones de reforma.

Por ello, con el fin de aislar la capacidad del Gobierno para continuar en el terreno de la renovación, el director de la Agencia Tributaria, attilio befera, impulsó la acción del gabinete Monti brindando también la colaboración de la Agencia. Con el objetivo de dar indicaciones útiles para evitar definitivamente la subida del IVA prevista para 2013: “Espero que este Gobierno pueda completar la delegación fiscal al final de la legislatura. Si no lo conseguimos, será necesario eliminar algunas partes y convertirlas en la norma en el menor tiempo posible. Y ya estamos trabajando en posibles simplificaciones”.

La hipótesis de desempacar bajo el escrutinio de la Agencia (pero el Gobierno también está trabajando en ello) se centra directamente en las ventajas fiscales, esa gigantesca montaña de más de 700 normas acumuladas a lo largo de décadas (que valen unos 240 millones), "en parte porque era necesario recaudar , en parte porque había que favorecer con concesiones a algunos lobbies, o pasar la fiscalidad de un sujeto a otro", recuerda Befera en una conferencia sobre el grado de satisfacción de los usuarios de Cafs, organismos sin los cuales "sería casi imposible para llenar un 730".

El Gobierno no quiere estar desprevenido ante las probables turbulencias financieras de agosto: el Ejecutivo no puede beneficiarse todavía de la protección que le proporciona el escudo antipropagación, que se ha estancado por los retrasos del Tribunal Constitucional alemán, y aunque el Premier haya Negada hasta ahora la posibilidad de una nueva maniobra, una fuerte subida de los tipos de interés podría hacer inevitable el recurso a nuevas medidas de salvaguardia de las finanzas públicas. Para ser leído, esta vez, enteramente en nombre de recortes, no sólo desde el punto de vista de la emergencia, sino también para lograr el objetivo mínimo de ahorro de seis mil millones, aún hoy asegurado por la liberación de laIva en junio 2013.

Además de concesiones fiscal, el Ejecutivo también está dispuesto a intervenir en otros centros de gasto: empecemos por aportes a partidos y sindicatos, según las indicaciones de Giuliano Amato, mientras que en materia de aportes empresariales el “plan Giavazzi", que propone una reducción anual de diez mil millones de la"gastos fiscales“, que se distribuirá en todo el espectro de producción mediante la reducción de la cuña fiscal, con posibles efectos de crecimiento a largo plazo de 1,5 puntos porcentuales cada año.

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