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Pd, morir por Conte pero con la pesadilla del gol en propia

¿Cómo explica el aplastamiento del Partido Demócrata en la defensa del primer ministro hasta el amargo final? Con la convicción de que el presidente del Gobierno es la síntesis y garantía del abrazo cada vez más estrecho con el Cinco Estrellas - ¿Pero qué pasa si Conte presenta su propia lista electoral? Una encuesta hace temblar la cúpula del Partido Demócrata

Pd, morir por Conte pero con la pesadilla del gol en propia

Pero, ¿por qué el Partido Demócrata está tan enamorado de Giuseppe Conte? hasta el punto de sacrificarse en la perjudicial defensa del primer ministro aun frente a su evidente falta de visión de futuro y su insuficiencia en la fase de reconstrucción y revitalización del país? Es la doctrina Bettini, belleza. Lo explicaron muchas veces con entusiasmo lo mismo gofredo bettini e Andrea Orlando y, con menos intransigencia, Nicola Zingaretti e Dario Franceschini, que hoy quizás están un poco menos convencidos de considerar a Conte el campeón y estandarte de todo el cartel progresista, como pretendían hasta hace muy poco.

Para la actual dirección del Partido Demócrata, Conte es en realidad el punto de síntesis y garantía del abrazo del gobierno hoy pero mañana cada vez más cercano a nivel político general entre el propio Partido Demócrata y el Cinco Estrellas, en la creencia de que pueden absorber poco a poco una ejercito grillino cada vez mas confundido. En los planes de los estrategas de la Pd, renunciar a Conte como primer ministro equivaldría al riesgo de hacer estallar toda la alianza con el Cinco Estrellas, hoy en el gobierno y mañana quizás también electoral, y enturbiar la batalla por el Quirinale según una división ya bastante perfilada y que querría adjudicar el Palacio Chigi a Conte y el Cinco Estrellas y el Colle al Partido Demócrata.

Es por eso que cualquiera que se interponga en el camino es considerado un enemigo y debe ser pavimentado sin demasiados elogios. La aversión a Matteo Renzi del estado mayor del Pd, o al menos de su ala más fundamentalista que se identifica en el tándem Bettini-Orlando, no nació hoy y tiene orígenes lejanos pero sin duda es la punta del iceberg en el candente choque a favor o en contra de Conte. En la alineación de centroizquierda, el líder de Italia Viva es el único que ha entendido desde hace tiempo que, si Conte se salta, la perspectiva de un abrazo cada vez más fuerte entre el Partido Demócrata y el Cinco Estrellas, que el ex primer ministro la ministra considera la antesala del triunfo del populismo, y se abre otra temporada política que puede desembocar en la mayoría de Úrsula o la unidad nacional. Y por eso la reacción antirrenziana del matrimonio Bettini-Orlando fue y es muy dura: mors tua, vita mea.

Si Conte se marcha como primer ministro, vuelven a entrar en juego tres etapas fundamentales de la hoja de ruta del Partido Demócrata: las alianzas para el Quirinale, las candidaturas conjuntas Pd-Cinque Stelle en las próximas elecciones administrativas en las grandes ciudades (pero en Roma, ¿qué hará el Partido Demócrata ante la autocandidatura de Raggi?) y una creciente proceso de integración entre las dos fuerzas de cara a las elecciones políticas generales que en el futuro podría conducir a la unificación.

Sin embargo, hay una gran incógnita que perturba el sueño del Partido Demócrata desde hace días y que vuelve a entrelazarse con el futuro de Conte: ¿Qué pasará si el primer ministrosin embargo, la fase política actual termina, decide presentar su propia lista en las próximas elecciones? Una encuesta realizada por Swg envió escalofríos a los líderes del Partido Demócrata, pues asegura que la lista del primer ministro podría recoger entre el 12 y el 15% de los votos, pero sobre todo -he aquí el fantasma que ronda los pasillos del Nazareno- que El 40% de sus consentimientos se pescaría en el terreno del Partido Demócrata, que al final no pasaría del 13% de los votos. Aparte de un triunfo político, si tal escenario se materializara para el Partido Demócrata sería el más sensacional de los goles en propia puerta y una derrota verdaderamente histórica. Su derrota sería histórica si se dejara llevar por la aventura de las elecciones anticipadas con el riesgo de perder tanto la dirección del Gobierno como la Presidencia de la República de una sola vez y en beneficio del centroderecha. Pero el odio y el resentimiento, como sabemos, pueden jugarnos malas pasadas.

Por eso en los últimos días han vuelto a la mente las amargas palabras que el líder socialista Pietro Nenni repetía a sus compañeros en la década de XNUMX: “Los socialistas sacudimos el árbol, pero el PCI siempre recoge los frutos”. Sabias palabras que hacen temblar al Partido Demócrata, pero también reflejan el ala del partido que con creciente fastidio asiste a las maniobras de un general como Goffredo Bettini, que siempre ha manejado mucho poder pero que ha acumulado más derrotas que victorias en el campo. . Hoy el Partido Demócrata también puede derrotar a Matteo Renzi, pero el riesgo de sacrificarse por Conte y quedarse con un puñado de moscas es mucho más que una pesadilla.

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