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Pagos en efectivo, el límite sube a 3.000 euros con la Ley de Estabilidad

El primer ministro Matteo Renzi anuncia su intención de aumentar el límite de los pagos en efectivo de 1.000 a 3.000 euros para ayudar al consumo y acercar el umbral a la media de la UE: “A través de la tecnología de la información recuperas mucha más evasión que jugando al gato y al perro en la calle”

Pagos en efectivo, el límite sube a 3.000 euros con la Ley de Estabilidad

La noticia llevaba días en el aire y esta mañana llegó la confirmación oficial: la ley de Estabilidad contendrá la elevación del límite de efectivo de 1.000 a 3.000 euros. Así lo anunció el primer ministro Matteo Renzi a los micrófonos de RTL 102.5.

Los ciudadanos no deben dejarse aterrorizar por medidas inútiles que, según el Premier, no hacen más que frenar el consumo. El dinero “está rastreado en todo caso: con el móvil controlo todo de todos, con los instrumentos bancarios controlo todo de todos. El año pasado tuvimos casi 4 mil millones más de ingresos por IVA, a través de la tecnología de la información se recupera mucho más escape que jugar al perro y al gato en la calle.” El objetivo declarado es, por lo tanto, fomentar el consumo, armonizando la legislación italiana y europea.

A partir de hoy, bien once países de la UE, incluidos Alemania y Austria, no tienen ningún límite en el uso de efectivo, España ha fijado un tope en 2.500, Portugal en 1.000, Grecia en 1.500 y Bélgica en 3.000. Francia, por su parte, desde el 1 de septiembre de 2015 ha ido en sentido contrario al emprendido por Italia, reduciendo el umbral máximo de 3.000 a 1.000 euros. 

La decisión tomada por el Gobierno también pretende atender las numerosas peticiones de comerciantes y hosteleros que, ante la inminencia del Jubileo, consideran un verdadero problema el techo impuesto en 2011 por el Ejecutivo Monti.

En este caso, sin embargo, es necesaria una aclaración: la ley actualmente en vigor prevé una excepción "para las personas físicas de nacionalidad no italiana o de uno de los países de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo (Liechtenstein, Islandia y Noruega, que residen fuera de Italia”. Es decir, los turistas de países extracomunitarios no están sujetos al umbral establecido para los ciudadanos italianos, pero pueden pagar en efectivo hasta un límite de 15 euros.

El umbral de 1.000 euros fue introducido por el gobierno de Monti en 2011 como parte de la lucha contra el blanqueo de capitales y la evasión fiscal, tras años de "altibajos": en 2008 el ejecutivo de Prodi redujo el límite de 12.500 a 5.000 euros, decisión revocada por el posterior gobierno de Berlusconi que llevó el tope a su valor original. En 2010 una nueva rebaja a 5 mil euros que pasó a 2.500 en 2011 y finalmente a 1.000.

Con la Ley de Estabilidad, por tanto, el umbral para el uso del efectivo quedará fijado en 3.000 euros. La elección anunciada por el Primer Ministro, como era de esperar, ha suscitado Reacciones discordantes. Duros comentarios de Federconsumatori y Adusbef: “Nos parece completamente desmotivada y fuera de lugar la hipótesis de llevar el límite para las transacciones en efectivo de 1.000 a 3.000 euros. En lugar de avanzar, retrocedemos”.  

De la opinión opuesta es FederAlberghi, cuyo presidente Bernabò Bocca declaró: 'El límite de 1.000 euros es anacrónico y dañino -continúa- si además consideramos cómo nuestros países competidores y vecinos tienen límites mucho más altos o están completamente sin ellos. Por lo tanto, para respaldar los primeros signos de un reinicio del sector y de toda la economía nacional - concluye Bocca - es esencial elevar, si no abolir, todos los límites y dejar a los italianos y extranjeros que deciden venir a nuestro país por turismo o negocio para ser libre de utilizar cualquier medio de pago. Y el efectivo es la base incluso del acto de compra más pequeño”.

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