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Morningstar: la biotecnología bajo asedio

DESDE EL SITIO MORNINGSTAR – El mercado biotecnológico también apela a los nombres históricos del sector farmacéutico que pretenden invadirlo para recuperar terreno tras la llegada de los fabricantes de genéricos al segmento de los medicamentos tradicionales – El desafío en Europa

Morningstar: la biotecnología bajo asedio

Las grandes farmacéuticas han decidido barajar las cartas en el juego que, desde hace años, les hace competir con los productores de genéricos. Para ello han decidido utilizar las armas de sus enemigos, sin embargo van a desafiar a los productores de medicamentos biotecnológicos con productos definidos como biosimilares (como se denomina a los genéricos en este sector). El interés de las grandes farmacéuticas en este segmento se explica por los números. Según la consultora IMS Health, el mercado de los tratamientos más innovadores vale hoy 200 millones de dólares a nivel mundial (la mitad del gasto se realiza en Estados Unidos). “Si observamos las principales terapias que se están tratando con productos biotecnológicos y consideramos las fechas de vencimiento de algunas patentes, vemos que para 2017, al menos 50 mil millones de ese pastel podrían destinarse a productos biosimilares. La cifra ascenderá a 70 millones en 2019”. Explica Karen Andersen, analista de Morningstar.

Una revolución que también debería beneficiar a los pacientes. En el segmento de tratamientos tradicionales, por ejemplo, el uso de genéricos (en EE.UU.) ha permitido ahorrar 1.500 billones en los últimos 10 años. En el sector orgánico, según las estimaciones, también se podrían lograr ahorros por cifras que oscilan entre los 25 y los 250 mil millones en la próxima década. Actualmente, a nivel mundial, el mercado de biosimilares vale alrededor de mil millones de dólares. “Pero el valor de mercado de los tratamientos innovadores con patente vencida es de alrededor de $1 mil millones”, explica Andersen.

Un mercado en crecimiento

El líder del mercado Sandoz (grupo Novartis) en 2014, en lo que respecta al segmento de biosimilares, registró una facturación de 514 millones de dólares (aproximadamente el valor que tenía este mercado en 2010). “Con el crecimiento en el uso de este tipo de medicamentos que estamos viendo en los Estados Unidos y con el ritmo de expiración de patentes que veremos en el futuro, se espera que el desarrollo del mercado se acelere a medida que pasa el tiempo”. dice el analista de Morningstar. Según cálculos del ISM, el mercado de biosimilares en 2020 podría valer entre 11 y 25 millones de dólares, dependiendo del ritmo al que el segmento sea capaz de crecer en EE. UU. y el éxito de la próxima ola de fármacos más complejos. Para Pfizer, el mercado en cinco años tendrá un valor de 20 mil millones (para Morningstar, esa cifra se alcanzará en 2024).

El reto en Europa

Geográficamente, el mercado en el que las empresas tendrán que demostrar de lo que son capaces es el europeo. De hecho, en el Viejo Continente, el uso de biosimilares es extremadamente heterogéneo. Es cierto que muchos países fomentan el uso de este tipo de productos, pero las empresas deben adaptarse a los diferentes sistemas de salud vigentes en cada estado. Por ejemplo: Alemania, Francia, Suecia y Finlandia los distribuyen principalmente a través de farmacias, mientras que Inglaterra, España, Portugal, Dinamarca y Grecia utilizan el canal hospitalario. Luego hay diferencias legislativas y culturales a tener en cuenta. Los médicos alemanes, por ejemplo, están obligados a respetar las cuotas de genéricos cuando recetan medicamentos. Un sistema que también se utiliza para biosimilares. La situación es diferente en Francia e Italia, donde, para muchos medicamentos, la diferencia de precio entre los productos de marca y los genéricos no es demasiado grande.

fuente: Morningstar

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