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Milán, Nápoles, Roma: es el Domingo del Juicio Final

Tras los últimos tropiezos sensacionales, Milán, Nápoles y Roma ya no pueden equivocarse - En el Milán-Fiorentina también se juegan los banquillos - Ancelotti, última convocatoria para el Scudetto - Roma, Fonseca corre a ponerse a cubierto.

Milán, Nápoles, Roma: es el Domingo del Juicio Final

Domingo del juicio. Milán, Nápoles y Roma han llegado al punto de no retorno, aquel en el que tomas el camino correcto o terminas en un callejón sin salida, del que salir se vuelve sangrientamente difícil. Esto es especialmente cierto para los rossoneri, que ya están en el túnel desde el 25 de agosto, el día de la derrota ante el Udinese: desde allí todo fue cuesta arriba, hasta el clímax del doble desastre del Inter de Turín. Incluso los Azzurri y los Giallorossi, sin embargo, ciertamente no se puede decir que estén tranquilos, no tras las eliminatorias en casa con Cagliari y Atalanta, que han alimentado enormes dudas sobre su potencial real. Por suerte, o mala suerte según se mire, ya es hora de que los tres vuelvan al campo, aunque los compromisos presenten varios escollos.

El peor, solo porque siempre llueve en mojado, es el conjunto de Giampaolo, que recibirá a la Fiorentina en el aplazamiento de San Siro (20.45 horas). Un desafío que tiene todas las apariencias de ser decisivo para el futuro del técnico, aunque su confirmación es casi segura al menos hasta la próxima parada, por lo que incluye al Génova. Sin embargo, es claro que Milán no puede seguir así, no si tiene muchas ganas de intentar luchar por la Champions, que se ve mermada por un Atalanta que vuelve a estar en plena forma. Los 3 puntos en juego hoy se convierten así en decisivos para la credibilidad de Giampaolo, pero también para la de Boban y Maldini, quienes le confiaron el banquillo rossoneri.

“En realidad para mí la confianza se basa en los contenidos, no en el resultado – replicó el entrenador. – Estoy contento de que el equipo y el club estén conmigo, igual que entiendo el descontento y las críticas de la afición: tengo que hacer mi trabajo, trabajar y traer al equipo para expresar el juego que tengo en mente. En Turín, durante largos períodos, vi esto…”. Los resultados, sin embargo, cuentan, y cómo si cuentan, y un Milan que ya ha perdido tres de las primeras cinco jornadas no puede estar satisfecho, incluso si el juego parece estar creciendo. Se necesita una victoria ante la Fiorentina y Giampaolo intentará conseguirla con un 4-3-3 que verá a Donnarumma en la portería, Calabria, Musacchio, Romagnoli y Hernández en defensa, Kessié, Bennacer y Calhanoglu en el centro del campo, Suso, Piatek y Leao en ataque 

En cambio, hay mucha energía en el frente morado, que llega a San Siro tras la victoria sobre la Sampdoria, que finalmente ha roto un ayuno que incluso se prolongaba desde febrero. Montella, ex del diente envenenado, buscará los puntos de inflexión apoyándose en un 3-5-2 con Dragowski entre los palos, Milenkovic, Pezzella y Cáceres en la zaga, Lirola, Pulgar, Badelj, Castrovilli y Dalbert en la zaga mediocampo, en apoyo de dupla ofensiva formada por Ribery y Chiesa. Sin embargo, el Nápoles de Ancelotti abrirá el domingo, jugando en el San Paolo ante el Brescia (12.30 horas). Partido complicado, en parte porque el equipo de Corini tiene algunas armas bastante interesantes a su disposición, en parte porque los Azzurri sienten la presión de una clasificación decepcionante, muy lejos de sus ambiciones de verano.

Ancelotti, en silencio por tercera vigilia consecutiva (elección que, tarde o temprano, alguien tendrá que explicarnos), sabe que ya no puede cometer errores, sobre todo porque el próximo domingo habrá Inter-Juve y por tanto la posibilidad de acortando un poco la distancia. Con la condición, eso sí, de volver a la victoria y no toparse con los errores del miércoles, cuando demasiada imprecisión transformó 3 puntos seguros en una derrota que aún arde. En cualquier caso, no se abandonará el camino de la rotación, al contrario: con Koulibaly descalificado y Maksimovic lesionado, la revolución será aún más amplia. El técnico azul desplegará un 4-4-2 con Ospina en la portería, Malcuit, Manolas, Luperto y Ghoulam en defensa, Callejón, Elmas, Fabian Ruiz y Zielinski en el centro del campo, Llorente y Milik en ataque. Clásico 4-3-1-2 en cambio para Corini, que responderá con Joronen entre los postes, Sabelli, Cistana, Chancellor y Martella en el departamento de atrás, Bisoli, Tonali y Dessena en el medio campo, Spalek en apoyo del dúo ofensivo formado arriba de Balotelli y Donnarumma.

Tarde en cambio dedicada a las mujeres romanas, con Lecce-Roma y Lazio-Génova (15 h) acaparando todas las miradas. El visor se centrará sobre todo en los giallorossi, llamados a redimir la derrota ante el Atalanta en el difícil césped del Lecce. Un juego que promete ser muy entretenido, entre dos equipos volcados en el fútbol de ataque y dispuestos a marcar siempre un gol más que el contrario, nunca a defenderlo. Una filosofía que ha dado buenos resultados, pero también malos reveses como el del miércoles, cuando Gasperini conquistó el Olímpico con un seco 2-0. Resultado que ha provocado críticas y descontento, despertando la irritación de Fonseca, cada vez más convencido de la bondad de su obra.

“Hicimos un análisis conjunto para entender qué no funcionó y qué debemos mejorar – explicó el técnico portugués. – Para mí el problema de la condición física no existe y la formación no tiene nada que ver, el problema es el gol promedio de dos goles encajados por partido, algo que no nos gusta y en lo que estamos trabajando. También es un hecho que este es un equipo que marca mucho, tenemos que encontrar el equilibrio adecuado”. Tras la pérdida del miércoles volveremos a la típica Roma, por tanto 4-2-3-1 con Pau López en la portería, Florenzi, Fazio, Smalling y Kolarov en defensa, Veretout y Cristante en el centro del campo, Kluivert, Pellegrini y Mkhitaryan en el trocar, Dzeko en ataque Liverani, refrescado por el éxito en Ferrara, intentará el golpe con el habitual 4-3-1-2, por tanto Gabriel entre los postes, Rispoli, Lucioni, Rossettini y Calderoni en la zaga, Majer, Petriccione y Tabanelli en el centro del campo. , Mancosu por detrás de la dupla ofensiva formada por Falco y Babacar. 

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