Señales de deshielo en las dificilísimas negociaciones sindicales para la renovación del contrato nacional de los metalúrgicos.
El consejo de administración de Federmeccanica (la asociación de empresas mecánicas adheridas a Confindustria) reafirmó ayer su intención de vincular las futuras subidas salariales a la productividad de las empresas y por tanto desplazar cada vez más el centro de negociación del centro a las empresas, pero la novedad parece estar representada por la superación de la regla perjudicial que reducía los incrementos salariales a sólo el 5% de los trabajadores, hasta ahora previstos sólo para los trabajadores por debajo del salario mínimo contractual.
Federmeccanica, encabezada por su presidente Fabio Storchi (en la foto), ha concertado una cita con Fiom-Cgil, Fim-Cisl y Uilm para el 28 de septiembre, cuando se reanudarán oficialmente las negociaciones: ese será el día de la verdad pero las primeras impresiones recogidas en casa los sindicatos parecen marcados por un cauto optimismo.
Incluso la Fiom de Maurizio Landini, que parece destinada a dejar la dirección de la categoría para ingresar en breve a la secretaría confederal de la CGIL, se muestra más optimista que de costumbre y parece querer apoyar la línea negociadora que siempre ha apoyado el líder de la Fim-Cisl. , Marco Bentivogli. También porque de lo contrario Landini corre el riesgo de pasar a la historia como el único secretario general de los metalúrgicos de la CGIL que nunca logró firmar un contrato nacional para la categoría.