Sólo cuatro días para aprobar la maniobra: es un récord. Si, como ahora es seguro, esta noche la Cámara también da el visto bueno, este proceso tan rápido del Parlamento pasará a la historia. Exactamente cuatro días: la discusión en el Senado comenzó el martes en la Comisión de Presupuesto (el lunes la comisión se "limitó" a una serie de audiencias sobre el tema), la conclusión hoy, viernes, en la Cámara.
Y para llegar a tan rápida conclusión, la Sala también se desvía de una práctica reglamentaria, que prevé una paralización de 24 horas del trabajo de sala desde el momento en que el Gobierno plantea la cuestión de confianza hasta el momento en que se realiza la votación. . Atrás quedaron los días en que se discutían meses enteros para aprobar un paquete económico y muchas veces ni siquiera eran suficientes. Eran los años de la ley de Presupuesto, de los asaltos a la diligencia, cuando la maniobra fue objeto de las más dispares reformas y se amplió dramáticamente.
La llamada "sesión de presupuestos" comenzó en octubre y se prolongó hasta finales de año, plazo en el que debía aprobarse la ley de presupuestos, so pena de recurrir al ejercicio provisional. Y precisamente porque la maniobra a fuerza de enmiendas y subenmiendas estaba abarrotada de todo y más, se recurrió al ejercicio provisional a borbotones: en los años del '77 al '80 y del '81 al '88. Una tendencia que caracterizó prácticamente una década, hasta la ya famosa maniobra de lágrimas y sangre del Gobierno de Amato, en el '92.
Allí, la gravedad y urgencia de la situación exigió intervenciones rápidas: el 11 de julio se presentó a la Cámara el decreto 333 para la recuperación de las finanzas públicas y ni siquiera un mes después, el 7 de agosto, recibió el sí definitivo del Senado. para su conversión en ley. Es a partir de ese período que se aprobaron las maniobras correctivas de verano -también un ritual consolidado- en un plazo de 30 días frente a los sesenta habituales. Pero en cuatro días simplemente nunca.
