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"Cartas desde casas cerradas" de Lina Merlin y Carla Barberis

La Fundación Kuliscioff ha vuelto a publicar el libro en el que el senador socialista Merlín, primer firmante de la ley que abolió los burdeles después de la guerra, recopiló junto a la esposa del presidente Pertini las cartas de mujeres obligadas a prostituirse – La esperanza de la ley Merlín era abolir la explotación de la prostitución pero sesenta años después el problema sigue sin resolver y más actual que nunca y merece un debate público sin prejuicios

"Cartas desde casas cerradas" de Lina Merlin y Carla Barberis

La relectura de las numerosas cartas, la mayoría no anónimas, que recibió Lina Merlin "desde los burdeles" abre una puerta a la realidad de miseria y desolación moral de la Italia de posguerra que involucró a unos pocos miles. mujeres y sus hijos en una especie de gueto social del que era muy difícil salir. Las cartas de consentimiento que recibe Lina Merlin ofrecen, en un vocabulario sencillo y con una claridad dramática, argumentos muy convincentes.

En estos escritos emerge no la voluntad de dejar de ser explotados en prostíbulos controlados por el Estado, sino sobre todo la esperanza de encontrar una vida normal dejando atrás todos los innobles hostigamientos. normas burocráticas y discriminatorias que impedían el ejercicio de los derechos civiles más elementales como el trabajo o el matrimonio con los empleados públicos. Pero los editores del libro también han publicado cartas contra la supresión de las "casas cerradas". Aparte de aquellas polémicas ofensivas o inútiles contra el "moralista". Merlín, hay algunos que plantean interrogantes que a día de hoy siguen abiertos. Algunas mujeres reclaman el derecho a ejercer su negocio como profesión, otras expresan una fuerte preocupación por las consecuencias de la aprobación de la ley en discusión y no creen que las cosas puedan cambiar, por el contrario temen un empeoramiento de sus condiciones. Estas últimas cartas hoy deben hacernos reflexionar.

El senador socialista, que desde joven estuvo junto a Giacomo Matteotti en la lucha antifascista, sufrió el ccefi.no, participó en la Resistencia y fue electo a la Asamblea Constituyente al formular el artículo de la Constitución que garantizaba la igualdad entre -mantener eso y las mujeres. Con su proyecto de ley no se hacía ilusiones sobre la abolición de la prostitución, pero quería abolir su explotación, más aún por parte del Estado.

Desde 1958 todos los gobiernos, del color que fueran los parlamentos y las fuerzas políticas, han seguido siempre la línea de la tolerancia tácita a la explotación de la prostitución.

Casi sesenta años después de la entrada en vigor de la ley, se puede argumentar que el legado de la obra de Lina Merlin ha sido traicionado. Las barreras burocráticas que encarcelaban a los habitantes de las "casas cerradas" han sido derribadas pero la lucha contra la explotación de la prostitución está objetivamente marcando tiempo. Naturalmente, no estamos hablando de aquellos que eligen libremente prostituirse.

El fenómeno de la contratación organizada ha cambiado de rostro, pero la realidad suele ser mucho peor que en el pasado. Algunos alcaldes han pensado en remediarlo a través de sanciones. pagados por los “clientes” Esta medida por sí sola sacaría a la gente de las calles pero no eliminaría la explotación. Más allá de los aspectos culturales y ambientales, se necesita algo que produzca un impacto concreto en el. enjuiciar a todos aquellos que obtengan beneficios ilícitos del comercio sexual. Pero esta es una decisión política que requeriría el uso de recursos y energías por parte de las instituciones, si se considera que este objetivo es una verdadera prioridad.

Sería significativo que, a partir de las asociaciones involucradas en el frente de mujeres que reivindican la centralidad de la cuestión femenina o de “género”, se iniciara una discusión para llegar a propuestas concretas. Supondría recoger el relevo de Una Merlín para dar continuidad a su compromiso político y cívico.

°°°El autor es el Presidente de la Fundación Kuliscioff

 

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