Contar con sistemas de pago seguros, rápidos y eficientes siempre ha sido un requisito indispensable para el funcionamiento y desarrollo de la economía. En el contexto actual de fuerte evolución tecnológica (también por internet), progresiva desmaterialización e interconexión de las dinámicas productivas y financieras a escala global, los pagos realizados con instrumentos distintos al efectivo, como tarjetas de crédito y débito, computadoras y dispositivos móviles (teléfonos móviles, tabletas, etc.), están asumiendo un papel cada vez más central, también en la agenda estratégica de los estados e instituciones supranacionales.
Acelerar la transición hacia sistemas socioeconómicos que ya no se basen principalmente en el uso de papel moneda -la llamada "sociedad sin efectivo"- es un paso obligado para que los países avanzados se mantengan al día con la nueva demanda de servicios expresada por ciudadanos y empresas, a las oportunidades emergentes vinculadas a la digitalización y aprovechar beneficios sistémicos como una mayor seguridad en las transacciones, la aparición del trabajo no declarado y una mayor transparencia. Esta Carta trata sobre los sistemas de pago electrónico y su importancia como herramienta de competitividad para Italia y Europa.
