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Las perspectivas del mercado del gas en un estudio elaborado por el instituto Bruno Leoni

Según el estudio, para eliminar focos de ineficiencia se requiere una selección rígida y no una consolidación de los actores involucrados dentro de un correcto y adecuado sistema de incentivos. La estructura actual del mercado "en un contexto de grandes áreas, es tal que solo una pequeña minoría de áreas es impugnable"

Las perspectivas del mercado del gas en un estudio elaborado por el instituto Bruno Leoni

La distribución local de gas podría volver a manos de monopolios públicos, haciendo inútiles las recientes y crecientes demandas de liberalización del mercado. Esta posibilidad podría materializarse rápidamente si el número de áreas licitadas se mantuviera limitado a las 177 impuestas por el decreto del 19 de enero de 2011. Así se desprende del análisis elaborado por Carlo Stagnaro, director de investigaciones y estudios del instituto Bruno Leoni, en el documento informativo "Distribución local de gas: si las fusiones matan a la competencia".

Según el estudio, para eliminar focos de ineficiencia se requiere una selección rígida y no una consolidación de los actores involucrados dentro de un correcto y adecuado sistema de incentivos. La configuración actual del mercado “en un contexto de grandes superficies, es tal que sólo hace impugnable una pequeña minoría de superficies, que ya hoy tienen un gestor privado, protegiendo la posición de grandes entidades públicas integradas verticalmente. en ausencia de medidas correctivas, la reforma de las áreas con su reducción al número relativamente pequeño de 177 corre el riesgo de tener consecuencias anticompetitivas involuntarias. Un rediseño de las áreas o la posibilidad de 'opt out' de los municipios puede evitar esta involución”.

La tesis básica que se deduce del expediente es que el sobredimensionamiento del mercado puede generar una barrera económico-financiera de entrada que no se justifica por los beneficios potenciales asociados a las economías de escala. Los particulares también son sancionados por la forma en que se realizan las licitaciones y por los criterios adoptados, en particular en relación con la determinación del canon de concesión. En consecuencia, “el intento de racionalizar el sector reduciendo su fragmentación corre el riesgo de no alcanzar el objetivo porque, de hecho, elimina un grado importante de libertad organizativa y, por lo tanto, de eficiencia empresarial, es decir, el incentivo de cada empresa para encontrar su “tamaño óptimo”. sobre la base de las condiciones concretas en las que opera, que incluyen tanto variables completamente independientes (geografía) como variables regulatorias (obligaciones técnicas y de calidad)".

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