El Ius soli, la ley que extiende el derecho de ciudadanía a los nacidos en territorio italiano aunque sean de padres extranjeros (aunque bajo ciertas condiciones), intenta superar el último escollo del Senado, donde la Liga de Matteo Salvini desató ayer la pugna contra la disposición, que le costó a la ministra de Educación, Valeria Fedeli del Pd, una leve contusión.
Si se aprueba, la legislación se vuelve más tolerante: hasta antes la ley reconocía solo el ius sanguinis, ahora en cambio serán también los "nuevos italianos" los hijos de gpadres extranjeros que residan durante al menos cinco años en Italia, de los cuales al menos uno en posesión del permiso de la Unión Europea para residentes de larga duración (ciudadanos no comunitarios) o el "derecho de residencia permanente" (ciudadanos de la UE)". Este nuevo derecho se llama ius soli templado.
La fórmula lanzada con la reforma, que llevaba dos años estancada en el Senado, no obstante prevé también la condición de jus culturae: el beneficiario es por lo tanto “el menor extranjero, que nació en Italia o que ingresó allí antes de los doce años de edad. Adquiere la ciudadanía por derecho, si ha asistido regularmente (según la legislación vigente) a un curso de formación durante al menos cinco años en el territorio nacional”. La declaración del deseo de adquirir la ciudadanía italiana debe ser expresada por al menos uno de los padres antes de que el interesado alcance la mayoría de edad.
Entonces, ¿cuántas personas se verán afectadas por la nueva medida? Según datos de Istat a 1 de enero de 2016, hay alrededor de 1 millón de menores extranjeros en Italia, más de una quinta parte de la población extranjera total. Según cálculos los beneficiarios inmediatos podrían rondar los 800 mil en total, de los cuales 634.592 son menores de padres residentes desde hace al menos cinco años (ius soli templado), y otros 166 estimados en base al ius culturae, es decir, alumnos nacidos en el extranjero -o en Italia- que ya han cumplido 5 años de la escuela en Italia.
En el futuro puede haber incluso más beneficiarios de la nueva ley, lo que podría ayudar a revertir el curso de la disminución de la población en Italia. De hecho, en 2016, según datos de Istat, había 69 mil extranjeros nacidos en Italia, el 14% del total nacional. El saldo de la población extranjera en el último año es de +63 mil unidades, mientras que el de la población italiana es de -204 mil unidades.
El Gobierno podría depositar la confianza para aprobar la ley que actualmente cuenta con el sí de 98 senadores del Pd, 16 del Mdp, 24 de la Ap (pero no de Maurizio Sacconi) y unos 25 entre el Grupo Mixto y Autonomías. Tras el vuelco antirromaní y las nuevas relaciones con la Liga, Beppe Grillo ha decidido que los senadores del Movimiento 5 Estrellas se abstengan (lo que en el Senado equivale a votar en contra).
