La confianza empresarial en el sector manufacturero italiano mejoró en marzo. El índice desestacionalizado calculado por Istat sube a 92,1 desde 91,7 en febrero. Las evaluaciones de los libros de pedidos empeoran ligeramente, mientras que las expectativas de producción muestran una mejora modesta; el saldo de las respuestas relativas al nivel de inventarios muestra una disminución.
El índice de bienes de capital sube de 88,7 a 90,8 y el de bienes de consumo de 93,8 a 94,8, mientras que el índice de bienes intermedios baja de 90,4 a 91,2. En base a las habituales preguntas trimestrales sobre la actividad de las empresas exportadoras, tanto las valoraciones como las expectativas sobre la facturación exportadora mejoran en el primer trimestre. La proporción de empresas que informan de la presencia de obstáculos a la exportación aumenta ligeramente, mientras que el saldo de las evaluaciones sobre los precios de exportación disminuye. Por su parte, cayó el índice desestacionalizado del clima de confianza de las constructoras, que se situó en 81,8 en marzo desde 82,6 en febrero. Las opiniones sobre pedidos y/o planes de construcción se mantienen sin cambios, mientras que las expectativas sobre el empleo empeoran. El índice de edificación descendió de 74,4 a 71,7 y el de ingeniería civil de 94,0 a 86,4, mientras que el índice de empleos especializados en la construcción subió de 87,6 a 91,7.
Por último, aumentó el índice desestacionalizado del clima de confianza tanto en las empresas de servicios como en las del comercio al por menor. En particular, el índice sube de 79,2 a 82,4 en servicios de mercado y de 81,5 a 83,6 en comercio minorista. En servicios, tanto las valoraciones como las expectativas sobre la cartera de pedidos mejoran y el balance relativo a las expectativas sobre la economía en general aumenta ligeramente. Aumentan las valoraciones y expectativas sobre la evolución del empleo y el balance relativo a la evolución empresarial. Las expectativas sobre la dinámica de los precios de venta han disminuido. En el comercio minorista mejoran las valoraciones sobre las ventas actuales, pero empeoran las expectativas sobre las futuras; el saldo relativo a existencias se confirma estable. El índice de clima de confianza pasó de 68,7 a 76,0 en la gran distribución y bajó de 93,0 a 92,7 en la tradicional.
