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Inter, así es como se hace. Los nerazzurri ganan en Verona y vuelven a sonreír

Los nerazzurri vencen al Chievo y vuelven a ganar - Ranieri rompe a llorar: "Fue una emoción maravillosa" - El 0-2 es una victoria que sube la moral de cara a un compromiso europeo que vale una temporada.

Inter, así es como se hace. Los nerazzurri ganan en Verona y vuelven a sonreír

¡Llámalas lágrimas liberadoras! Los ojos brillantes de Claudio Ranieri valen más que mil palabras. El Inter y su entrenador tenían una necesidad absoluta de volver a la senda del triunfo, especialmente a cuatro días del partido contra el Marsella, que decidirá la mayor parte de la temporada. Los nerazzurri dejaron a los Bentegodi con tres puntos de oro, y no importa si el partido aún dejó algo que desear, al menos en la segunda mitad: hay noches en las que el resultado cuenta más que nada, y la de anoche fue una de ellas.

EL PARTIDO

Esta vez sin pretácticas. Claudio Ranieri ha decidido jugar el partido de la víspera como se esperaba: 4-3-1-2, con Sneijder detrás de Milito y Forlán. Banco confirmado también para el "senador" Cambiasso, la única sorpresa fue el uso de Zanetti en el medio campo, una jugada que resultó ser un éxito. A diferencia de sus últimas salidas, el Inter arrancó fuerte de inmediato, tanto que a los 14 minutos ya pudo adelantarse: mano de Acerbi en el área, penal sacrosanto. Sin embargo, Milito se dejó hipnotizar por Sorrentino, dejando claro una vez más (si todavía hacía falta) que esta no es la temporada de los nerazzurri. Esto se confirmó unos minutos después, cuando Sneijder golpeó en el larguero con el portero golpeado. Inexacto y desafortunado, pero sigue siendo un buen Inter. Quien corrió un solo peligro en todo el partido, en el minuto 42: Pellissier tenía el balón adelantado en el pie, pero no pudo convertirlo, también porque Lucio lo inquietó sospechosamente en el área penal.

El Inter en el segundo tiempo estuvo ciertamente menos brillante que en el primero (influyeron las entradas de Pazzini y Cambiasso por Forlán y Poli), pero tuvo el mérito de no conceder nada al rival. A pesar de ello, sin embargo, las oportunidades desaparecieron y hubo que esperar al minuto 84 para ver una digna de mención: falta de Sneijder rechazada por Sorrentino, remate de Cambiasso directo en el sector visitante. Pero justo cuando parecía que el Inter se enfrentaba a otra oportunidad desperdiciada de volver a la senda del triunfo, llegó la ventaja: un córner y un cabezazo ganador de Samuel. Ni tiempo de festejos y aquí está el segundo gol, el liberador, con Milito dispuesto a enmendar el error desde el punto de penalti de la primera parte.

Muchas emociones, todas en la final y Claudio Ranieri no aguantó: las lágrimas liberadoras dicen mucho del estado de ánimo del entrenador del Inter. En definitiva, una victoria que sube la moral, de cara a un compromiso europeo que vale una temporada. El martes llegará al San Siro el Marsella, que también perdió ayer (1-0 ante el Ajaccio, ¡4ª derrota consecutiva!) pero que podrá coger fuerzas con el resultado de la ida. Hará falta una empresa, pero el Inter puede hacerlo.

LAS REACCIONES

No engañen el habitual “espíritu británico” con el que se presentó frente a las cámaras, Claudio Ranieri se mostró tan emocionado y feliz como no lo habíamos visto en mucho tiempo: “¿La emoción al final del partido? Fue una emoción maravillosa dada la forma en que fue. Estoy muy contento de cómo ha ido y de cómo han reaccionado mis hombres tras el penalti fallado. Pero ahora es el momento de pensar en Marsella". ¿Bastará una victoria para acallar los rumores del mercado, que ya le ven con la maleta en la mano? “Hablo con Moratti todas las semanas, tengo un buen sentimiento con él. Sabemos lo que tenemos que hacer, yo estoy sereno y él ve que estoy lúcido". Por cierto, el presidente estuvo ayer en la galería. La última vez que siguió al Inter en la liga fue la noche en Novara, lo que resultó en el despido de Gasperini.

Alguien había desprestigiado por ello, pero ayer por la tarde las cosas fueron distintas y Moratti mostró su satisfacción antes de marcharse de Bentegodi: “El resultado fue muy importante, el equipo me parecía que iba creciendo, y el martes hay una Champions muy importante. : esto es lo que significan estos dos goles. ¿Me conmuevo como Ranieri? No, no me moví pero me alegré mucho porque era una época en la que todo no funcionaba. Sin embargo, me alegra verlo así, significa que le importa. Ahora pensemos en Marsella, solo necesitamos cosas positivas. ¿Reencontrado al final de la temporada? Evaluaremos…”. Primero queda por jugarse un octavo de Champions, lo que podría cambiar mucho las perspectivas.

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