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Impact, la revolución que cambia el capitalismo: la empresa también vale por su impacto social

El libro de Sir Ronald Cohen, uno de los principales expertos mundiales en impacto social, ya está disponible en Italia. Una conversación con Giovanna Melandri examina sus puntos fuertes

Impact, la revolución que cambia el capitalismo: la empresa también vale por su impacto social

El llega "Impacto” el libro del señor Ronald Cohen, publicado por Luiss University Press. Es decir, la revolución que está cambiando el capitalismo. Pero, ¿qué tan cerca está esta revolución, cuáles son sus connotaciones, quién aún se resiste a su potencial innovador? En la presentación del libro, el autor -uno de los principales expertos en el mundo de las finanzas de impacto- y giovanna melandri como presidente de la Fundación Humana.

Finanzas de impacto, cómo medirlas

El problema de cómo medir el impacto de la acción de los grandes grupos, así como medir los datos financieros que caracterizan su actividad y la rentabilidad de los ahorradores, está en el centro de la cuestión de si es cierto que objetivos ESG (Environmental, Social and Governance) lanzados por la ONU ahora son considerados por los inversores, especialmente los grandes fondos de inversión, como un criterio indispensable para decidir en qué empresas invertir. 

Sin embargo, explica Melandri, mientras se discute acaloradamente la taxonomía europea de las fuentes de energía, el debate sobre la evolución regulatoria que tendrá que establecer la taxonomía de las actividades ESG y en particular qué debe considerarse un objetivo social y cómo medirlo, qué necesidad de adoptar indicadores para dar una brújula segura a los inversores, ahorradores, las propias empresas sigue en curso. “Sin embargo, existe un fuerte consenso –señala Melandri– de que debe haber uno fuerte estandarización de la evaluación y coeficientes de medida”.

Hasta la fecha, la atención al impacto ambiental ciertamente ha avanzado considerablemente, más de lo que ha avanzado la discusión sobre temas sociales, admite Cohen, "pero ahora miramos, por ejemplo, el impacto de la diversidad en las empresas y de nuevo gracias al big data es posible comparar las desigualdades dentro de las empresas y en relación con las comunidades, evaluar los desequilibrios y calcular la deuda social que acumulan las empresas».

Algunas cifras ayudan a entender lo que está en juego. “La deuda de los grandes gigantes como Amazon hacia las comunidades en las que opera -comenzó Sir Cohen- está valorado en 6,7 millones de dólares en términos de inclusión y equilibrio de género. En el caso de Apple la deuda baja a 2,9 millones”.

Las finanzas de impacto deben entrar en los presupuestos corporativos

El tema de la evaluación, en otras palabras, está en el corazón de la economía del impacto. “Llegar a estándares definidos y reconocibles que faciliten la comparabilidad de empresas también desde el punto de vista de su impacto social, ambiental y de gobernanza e no solo resultados de informes financieros, es critico. Se necesita un punto de inflexión histórico para llegar a la información integrada”, dicen Cohen y Melandri al unísono.

El hecho nuevo, subrayó Sir Ronald Coehn, es que el impulso para optimizar el impacto de la actividad empresarial proviene más que de los consumidores o de los empresarios ilustrados o de las políticas públicas, “ahora proviene de los inversores. Los fondos de inversión o las instituciones financieras que descargan en el mercado unos 40 billones de dólares en inversiones compatibles con ESG son un poderoso impulso para el cambio comportamientos, a una mayor transparencia en el tema del impacto. Y los gobiernos están empezando a entender eso".

Ciertamente, “la transición no ha terminado. El lavado verde no está erradicado. Las resistencias están ahí. Pero la convicción de que el capitalismo a la antigua es insostenible y que hay que encontrar una estrategia de salida está cada vez más presente en la sociedad”.

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