Según la OIT, la Organización Internacional del Trabajo, en 2011 se contaban globalmente 200 millones de parados, con una tasa de paro del 6%. De estos, 75 millones son jóvenes (12,7% del total). Una cifra, esta última, que es aún más aterradora si tenemos en cuenta que desde 2007 se ha producido un incremento de 4 millones de unidades.
Por lo tanto, el mundo tendrá que enfrentarse el desafío urgente de crear 600 millones de puestos de trabajo en los próximos 10 años para generar un crecimiento sostenible, mantener la necesaria cohesión social y acabar con una tendencia al alza del desempleo que empieza a ser realmente preocupante.
Mientras tanto, para el año en curso la Organización estima un aumento de los desempleados de 3 millones de unidades, más otros seis millones para 2016. La OIT señaló entonces con el dedo al personas cuyo trabajo no les asegura una vida 'dignísima', que son 900 millones, y sobre los llamados empleos 'vulnerables', que ascienden a unos 1,52 millones con un incremento de 23 millones respecto a hace tres años.