comparte

El gobierno de Letta más allá de la reforma Fornero: un plan de despidos y precarios

Inmediatamente mil quinientos millones para refinanciar el fondo de despido en derogación - El nuevo Ejecutivo prevé entonces acortar los intervalos de tiempo entre contratos de duración determinada consecutivos - Posible cambio también en el principio de "causalidad" y las nuevas reglas sobre el aprendizaje - Pero serían solo reglas temporales.

El gobierno de Letta más allá de la reforma Fornero: un plan de despidos y precarios

Refinanciación del fondo de cesantías por vía derogatoria y modificación de la reforma laboral Elsa Fornero, especialmente en lo que se refiere al capítulo de precariedad. Estos son los dos principales objetivos del nuevo primer ministro Enrico Letta y del ministro de Hacienda Fabrizio Saccomanni, que se suman a los ya anunciados sobre la reducción del Imu y la cancelación de la subida del IVA (en julio subiría la tercera tasa del 21 al 22%). 

Pero habrá que vérselas con Bruselas: salvo milagros contables, medidas de este tipo supondrán un aumento del gasto que llevará el déficit italiano a superar el umbral del 3% establecido en Maastricht. Por lo tanto, sería vital ampliación de los plazos para volver a los parámetros presupuestarios. Europa ya ha concedido un aplazamiento de dos años a Francia y España, mientras que Holanda y Eslovenia podrían conseguir 12 meses más. Por otro lado, al final de la gira europea de la semana pasada, Letta había garantizado que Italia respetaría todos los compromisos adquiridos por los gobiernos anteriores en términos de rigor. 

En el frente laboral, sin embargo, no faltan intenciones y algunas -excluyendo el desgravación fiscal a las nuevas contrataciones – son gratuitos. El objetivo principal es desactivar el círculo vicioso desencadenado por la reforma Fornero, que junto a la reducción de la "mala flexibilidad" (como la llamó el exministro) ha provocado también una nueva caída de la contratación. Por tanto, el nuevo Ejecutivo prevé acortar los intervalos de tiempo entre contratos de futuros consecutivos (a la fecha son de dos meses para los contratos de hasta seis meses y de tres meses para los de mayor vencimiento), pero solo mientras dure la recesión. 

Se trataría, por tanto, de una norma transitoria, además de la prevista para modificar la denominada principio de "acausalidad", que permite al empleador renovar el contrato temporal sin justificación alguna sólo la primera vez, obligándolo a partir de la segunda renovación a explicar por qué no estabiliza al trabajador. De nuevo con carácter temporal, también está previsto simplificar el requisito de que las empresas contraten a un tercio de los aprendices (cuota que subirá al 50% a partir de 2015).  

Además, ayer por la tarde el Primer Ministro confirmó en televisión que la medida de emergencia llegará en los próximos días refinanciar el fondo de despido a modo de excepción (según los sindicatos, 700 trabajadores reciben el subsidio). En este caso, sin embargo, el costo no es cero en absoluto: se necesitan mil millones y medio. Y si a la factura se le suman las intervenciones sobre el Imu y el IVA, los gastos de apoyo a las misiones militares y la renovación de contratos de los trabajadores precarios de la administración pública, los euros a encontrar alcanzan los seis mil millones. 

Salvo una nueva maniobra para recortar fuertemente el gasto público, por el momento los únicos recursos disponibles son los europeos, pero se trata de fondos vinculados a objetivos específicos. Por ejemplo, los seis mil millones puestos a disposición por la UE para luchar contra el desempleo juvenil.

Revisión